12.11.11

El hombre sin piernas y la bailarina/Nuria González

Aunque le faltase las piernas rugía su corazón,
la vida se arremolina entre el gozo de los días,
cuando la veía danzar ella era sus piernas,
mientras la miraba sabía que todo; el mundo, el sol, el universo,
todo era suyo.


Ella sentía cómo su cuerpo respondía con fuerza y agilidad,
ante la atónita mirada del hombre sin piernas,
notando cómo cuando le faltaba su mirada su cuerpo se hacía torpe,
empezó a creer en amarlo, él, en cambio ya lo sabía.