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26.12.11

Lo sagrado y lo divino (antología)/ Selección de Leopoldo Cervantes-Ortiz

 


Jules Supervielle
(Francia-Uruguay, 1884-1960)

Plegaria al desconocido

He aquí que me sorprendo hablándote, Dios mío,
yo, que no sé todavía si existes
ni comprendo la lengua de tus iglesias
susurrantes.
Miro los altares, la bóveda de tu casa
como quien dice simplemente: “Esto es madera, esto es piedra,
aquéllas son columnas románicas, le falta la nariz a ese santo,
y adentro como afuera hay un mismo desamparo entre los hombres.”
Bajo los ojos sin poder arrodillarme durante la misa
como si dejara pasar una tormenta sobre mi cabeza
y no puedo evitar el pensar siempre en otra cosa.
Me pasaré la vida pensando en otra cosa,
y esa otra cosa soy yo, tal vez mi yo verdadero:
es allí donde me refugio, y tal vez sea allí donde tú estás,
creo que nunca podré vivir sino en esas lejanías que me seducen.
El momento presente es un regalo
que no he sabido aprovechar,
no sé bien cómo se usa, lo volteo para un lado y para el otro
y no logro que funcione su difícil mecanismo.
No creo en ti, Dios mío,
pero quisiera hablarte a pesar de todo;
he hablado con las estrellas aunque las sepa sin vida,
con los más humildes de los animales aunque los sepa sin respuesta,
con los árboles que, sin el viento, serían mudos como la tumba.
Y me he hablado a mí mismo aunque no estoy seguro del todo de que existo.
No sé si oyes nuestras plegarias,
las plegarias de los hombres,
no sé si tienes ganas de escucharlas,
no sé si tienes como nosotros un corazón en alerta continua
y oídos siempre abiertos a las noticias más diversas.
No sé si te gusta mirar por aquí.
Pero querría recordarte a tu planeta la Tierra,
con sus flores, sus guijarros, sus jardines y sus casas.
Con todos sus seres; con nosotros que sufrimos y lo sabemos.
Querría dirigirte cuanto antes estas humildes palabras humanas
porque cada cual debe tentar ahora lo imposible
aun si no eres más que un soplo de hace millares de años,
una gran velocidad adquirida, una melancolía durable
que hace aún girar a las esferas en su melodía.
Querría Dios sin rostro y tal vez sin esperanza,
que prestaras toda tu atención, entre tantos cielos vagabunda,
a los hombres que nunca pueden darse un respiro en el planeta.
Escúchame, corre prisa: todos van a desalentarse
y ya no podremos distinguir a los jóvenes de los viejos.
Cada mañana se preguntan si la matanza va a comenzar.
Por todas partes se preparan extraños distribuidores
de sangre, de quejidos y de lágrimas.
Se preguntan si los trigos no esconden ya fusiles.
¿Se acabó el tiempo en que podías ocuparte de los hombres?
¿Te llaman de otros mundos, médico de consulta
que sin saber por dónde empezar deja morir a su clientela?
Escúchame, no soy más que un hombre entre tantos otros:
el alma está a gusto en el cuerpo, el alma no quiere escapar
en un estallido de bomba;
el alma es para nosotros una caricia, un secreto halago.
Déjanos respirar sin pensar en nuevos venenos,
déjanos mirar a nuestros niños sin pensar todo el tiempo en la muerte.
No estamos para batallas, para generales.
Déjanos nuestro ir y venir de rebaño entre cencerros
y olor a leche que se mezcla al olor de la hierba espesa.
Ah, si existes, mi Dios, mira de nuestro lado,
ven y descansa un rato entre nosotros, la Tierra es hermosa con sus árboles,
sus ríos y sus estanques, tan hermosa que uno diría
que la añoras un poco.
No te vayas a hacer el sordo una vez más
ni a sentirte conmigo, Dios, si te tuteo,
si te hablo con tan abrupta simplicidad:
creería menos que en cualquier otro en un Dios que aterrorizara;
y tú, más que por el rayo, sabes expresarte por las briznas de hierba
y los ojos del agua y los juegos de los niños,
lo cual no impide que haya océanos y cadenas de montañas.
No puedes ofenderte porque te digo lo que pienso,
porque reflexiono como puedo sobre el hombre y su existencia
con la franqueza de la tierra y de las diversas estaciones
y tal vez con tu franqueza cuyas lecciones ignoro.
No me faltan disculpas, consiente en aceptar mis pobres sutilezas,
tantas cosas se preparan solapadamente contra nosotros
que, por mucho que hagamos, tememos siempre que nos sorprendan desprevenidos, tememos ser como el toro que no comprende qué sucede:
lo llevan al matadero, no sabe adónde va ,
y justo antes de recibir el golpe mortal sobre la frente
se repite que tiene hambre, y pastaría de buena gana,
¿pero qué pasa con esa gente de delantales llenos de sangre
para que así se empeñen todos en atenderlo esta mañana?



D.H. Lawrence
(Inglaterra, 1885-1930)


Sombras
(…)
Y si, igual que el otoño se ahonda y se oscurece
siento el dolor de las hojas al caer y tallos que se rompen en las tormentas
y turbulencias y disolución y la zozobra
y luego, suaves sombras profundas plegándose, plegándose
sobre mi alma y mi espíritu, sobre mis labios
dulcemente, como un letargo, o más bien el estupor de una grave, triste canción
cantada más opacamente que el ruiseñor, y así hacia el solsticio
y el silencio de los días cortos,
el silencio del año, la sombra,
sabré entonces que mi vida aún se mueve con la oscura tierra y se humedece
en un profundo olvido, en el lapso de la tierra y su renovación.



Alberto Caeiro [Fernando Pessoa]
(Portugal, 1888-1935)

El guardador de rebaños
(fragmento)

V
Hay bastante metafísica en no pensar en nada.
¿Qué pienso yo del mundo?
¡Qué sé yo del mundo!
Si enfermara pensaría en eso.

¿Qué idea tengo yo de las cosas?
¿Qué opinión tengo sobre causas y efectos?
¿Qué he meditado sobre Dios y el alma
y sobre la creación del mundo?
No sé. Para mí pensar en eso es cerrar los ojos.
y no pensar. Es correr las cortinas
de mi ventana (que no tiene cortinas).

[…]
No creo en Dios porque nunca lo he visto.
Si él quisiera que yo creyera en él,
vendría sin duda a hablar conmigo
y entraría por mi puerta
diciéndome, ¡Aquí estoy!

[…]
Pero si Dios es los árboles y las flores y los montes y el luar y el sol,
¿Para qué le llamo Dios?
Le llamo flores y árboles y montes y sol y luar;
porque si él se hizo, para que yo lo viera,
en sol y luar y flores y árboles y montes,
si él se me aparece como árboles y montes
y luar y sol y flores,
es porque él quiere que lo conozca
como árboles y montes y flores y luar  y sol.

Y por eso lo obedezco (¿Qué más sé yo de Dios que Dios de sí mismo?),
le obedezco viviendo, espontáneamente,
como quien abre los ojos y ve,
y le llamo luar y sol y flores y árboles y montes,
y lo amo sin pensar en él,
y lo pienso al ver y oír,
y ando con él a toda hora.


Marina Tsvietáieva
(Rusia, 1891-1941)

¡En uno de los dos crepúsculos moriré!...

¡En uno de los dos crepúsculos moriré!
Pero en cuál –nadie lo puede saber.
¡Si mi antorcha dos veces se apagara,
con el de la tarde y el de la mañana!

Bailando he pasado por  la tierra, ¡hija del cielo!
¡con mi falda llena de rosas! –¡Sin dañar un solo retoño!
¡En el crepúsculo moriré! No enviará Dios
una noche de águilas para mi alma de cisne.

Finalmente apartaré, sin besarla, la cruz;
por último saludo me lanzaré al cielo generoso.
Una racha de ocaso –una sonrisa por respuesta…
¡En mi última agonía también seré poeta!



e.e. cummings
(Estados Unidos, 1894-1962)

Jehová enterrado, Satán muerto…

Jehová enterrado, Satán muerto,
los medrosos adoran lo Mucho y lo Rápido;
no sintiendo lo malo como malo,
la mansedumbre pasa por bondad;
obedece dice toc, sométete dice tic,
la Eternidad es un Plan Quinquenal:
si la Alegría y el Dolor están en la casa de empeños
¿quién se atreverá a llamarse hombre?

Bribones sin sueños avanzan saciados de Sombras,
Fulano es Mengano y Mengano es Zutano;
mientras los Chismes asesinan gritan y suman,
el culto a lo Igual es lo más chick;
con instrumentos nuevos
se mide precisamente lo Nuevo:
si para besar el micro el judío se hace marrano
¿quién se atreverá a llamarse hombre?

los mentirosos invocan a gritos la Verdad,
los esclavos dan taconazos pidiendo Libertad;
donde los Necios son Santos, locos los poetas,
chillan los ilustres ilusos de Progreso;
cuando se proscriben las Almas, enferman los corazones,
con Corazones enfermos, las Mentes no pueden nada:
si el Odio es un juego y el Amor un coito
¿quién se atreverá a llamarse hombre?

Cristo Rey, este mundo hace agua por todas partes;
y salvavidas no hay:
sólo puede caminar sobre las olas Aquel
que se atreve a llamarSe hombre.



Lucián Blaga
(Rumania, 1895-1961)

Las lágrimas

Cuando echado del nido de la eternidad, el primer hombre
pasaba asombrado y pensativo por los bosques y campos,
le apenaban
la luz, las nubes, el horizonte –y de cualquier flor
le punzaba un recuerdo del paraíso.
Y el primer hombre, el errante, no sabía llorar.
Una vez, agotado por el azul tan claro
de la primavera,
con alma de niño el primer hombre
cayó de cara al polvo:
“Padre, arráncame los ojos
o si te es posible fabrica sobre ellos
una telaraña, una mortaja,
para que no vea más
ni flor, ni cielo, ni sonrisa de Eva, ni las nubes,
porque toda esa luz me duele.!

Entonces, El Piadoso, en un instante de misericordia,
le dio las lágrimas.


Czeslaw Milosz
(Lituania-Polonia, 1911)

Sobre la plegaria

Me preguntas, cómo rezar a alguien que no existe.
Sólo sé que la plegaria levanta un puente de seda
por el cual avanzamos como en un trampolín
hasta alzar el vuelo por encima de los paisajes de oro profundo
cambiados por el mágico síncope del sol.
Este puente va hacia la orilla del Reverso
donde el otro lado de las cosas revela un sentido
apenas sospechado de las palabras “esto es”.
Mira, estoy diciendo: nosotros. Y cada uno en su singularidad
siente allí la compasión por los que siguen presos en el cuerpo,
y sabe que, si incluso no existiese la otra orilla,
igual tendrían que entrar en el puente tendido sobre la tierra.



Edmond Jabès
(Francia, 1912-1991)

El más alto desafío
(fragmento)


Y el hombre dijo a ese Dios:
“No oigo sino a Ti; pero no Te oigo.
No veo sino a Ti; pero no Te veo.
No busco sino a Ti; pero no Te busco.
No espero sino a Ti; pero no Te espero.

No concibo sino a Ti, pero no Te Concibo.
No golpeo sino a Ti, pero no Te golpeo.
No me interrogo sino en Ti.
No me valoro sino en relación a Ti.
No soy sino tu palabra en el seno de Tu palabra.
No soy vocablo sino donde Tú estás escrito.”
Y Dios dijo al hombre:
“Soy la despótica, la obsesiva, la más enigmática
de tus creaciones, después del verbo.”
Y el hombre dijo:
“¿Soy el verbo?”
Y Dios dijo:
“Soy la interrogación del verbo.”
Y el hombre dijo:
“¿Soy el verbo en consideración?”
Y Dios dijo:
“Que tu hálito, oh blancura, sea grafía previa
en el mármol negro de Mi palabra. De lo que
se escribe febrilmente de día, las tablillas de la noche nos permitan la lectura.”
Y el hombre dijo:
“Mi lengua es polvo locuaz. Dame otra lengua.”
Y Dios dijo:
“El polvo es mármol y el vacío, universo.”
Y el hombre dijo:
“¿Dónde estoy?”
Y Dios dijo:
“¿Qué importa dónde estás? Donde estás, ya no te veo.”
Y el hombre dijo:
“¿Te di acaso ojos demasiado débiles?”
Y Dios dijo:
“Me has dado ojos de infinito.”
Y el hombre dijo:
“Hunde tu mirada en mí. Llevo en mi seno el infinito.”
Y Dios dijo:
“Que nuestra ausencia sea alianza”.
Y el hombre dijo:
“¿Dónde estás tú?
¿Dónde estoy yo?”


Octavio Paz
(México, 1914-1998)

El desconocido

La noche nace en espejos de luto.
Sombríos ramos húmedos ciñen su pecho y su cintura, su cuerpo azul, infinito y tangible.
No la puebla el silencio: rumores silenciosos,
peces fantasmas, se deslizan, fosforecen, huyen.

La noche es verde, vasta y silenciosa.
La noche es morada y azul.
Es de fuego y es de agua.
La noche es de mármol negro y de humo.
En sus hombros nace un río que se curva,
una silenciosa cascada de plumas negras.

Noche, dulce fiera,
boca de sueño, ojos de llama fija,
océano,
extensión infinita y limitada como un cuerpo acariciando a obscuras,
indefensa y voraz como el amor,
detenida al borde del alba como un venado a la orilla del susurro o del miedo,
río de terciopelo y ceguera,
respiración dormida de un corazón inmenso que perdona:
el desdichado, el hueco,
el que lleva por máscara su rostro,
cruza tus soledades, a solas con su alma,
ensimismado en su árida pelea.
Su pensamiento recorre siempre las mismas salas deshabitadas,
sin encontrar jamás la forma que agote su impaciencia,
el muro del perdón o de la muerte.
Pero su corazón aún abre las alas
como un águila roja en el desierto.

Suenan las flautas de la noche.
Canta dormido el mar;
ojo que tiembla absorto,
el cielo es un espejo donde el mundo se contempla,
lecho de transparencia para su desnudez.

Él marcha solo, infatigable,
encarcelado en su infinito,
como un fantasma que buscara su cuerpo.


Allen Ginsberg
(Estados Unidos, 1926-1997)

Dios

El marinero de 18 años “se había congraciado con Dios”.
Una palabra. Una D mayúscula. ¿Quién es Dios? –yo creí verlo una vez y oír su voz, que ahora suena como la mía,
y si no soy Dios, entonces ¿Quién es Dios? ¿Jesús Dios de la Biblia?
¿La Biblia de quién? ¿Antiguo JHVH? ¿La palabra de 4 letras sin vocales o la palabra de Dios de 4 letras? ¿D-I-O-S?
¿Alá? Algunos dicen que Alá es grande, aunque si te burlas de su nombre ¡muerto estás!
El Único Sabio de Zoroastro solía ser grande y la versión de los momrmones obtuvo pedigríes y genealogías absolutos.
El Dios del Papa ¿es el mismo que el de los teleevangelistas de la Infalible Iglesia Bautista del Sur?
¿Cómo es la plaza aquella con el Alá del Ayatolá, Billy Graham con Nixon en sus rodillas, la deidad Armagedón de Donald Reagan?
¿Y el Dios del rabino Lubovicher negando tierra a cambio de paz?
¿El Dios de Yaser Arafat es el mismo de Shamir? ¿Y Magna Mater?
Qué pasó con Afrodita, Hécate, Diana de muchos senos en Éfeso, ¡La Venus gordita culona de Willendorf más vieja que Yavé y Alá y el sueño de Zoroastro!
más vieja que Confusio, Lao Tsé, Buda y los 39 patriarcas.
¿Es real un Dios? ¿Hay un solo Dios? ¿Cómo es que hay tantos Dioses
–peleándose entre ellos, pobres mayas, aztecas, peruanos adoradores del sol? Soñadores hopo peyote en torno al fuego en media luna.
¿Soy yo Dios, hice el universo, lo soñamos juntos o me caí por el tobogán sobre el planeta, en busca de progenitores?
Yo sé que no soy Dios, y ¿tú? No seas tonto.
¿Dios? ¿Dios? ¿El Dios de todos? No seas tonto.


Pablo Antonio Cuadra
(Nicaragua, 1912-2002)

Salmo de la noche oscura

La noche es antigua y reservada.
Ángeles oscuros la custodian apagando la comunión de las palabras.

(…)

Planeta, 2002: Ciudad de México

19.9.11

William Gerald Golding, en su discurso al recibir el Nobel

Como la mayoría de los científicos son un poco religiosos y la mayoría de los religiosos rara vez son totalmente anticientíficos, la humanidad se encuentra en una situación cómica. Su intelecto científico cree en la posibilidad de los milagros dentro de un agujero negro, mientras que su intelecto religioso cree que los hay afuera.

31.8.11

Alternative consciousness/William Peña


Virtual Reality, taking drugs, or seeking Enlightenment, all have one common goal: to achieve an alternative consciousness for the user/seeker that offers escape from the common physical world. There seekers look for an experience where they can explore the limits of their mind -- humanity has always recognized it has limits, and since then has looked for ways to expand those limits outward, increase its knowledge, and live longer. 

The cyber- offers a unique new reconsideration of all these goals, as achieving alternative consciousness becomes second nature. People become cyborgs and explore cyberspace with their avatars, and through these means can create themselves in whatever image they wish. Not only can these existences offer an alternative, they can become the norm, like Case in Neuromancer. The body, the mind, and the life all become increasingly flexible. 

Friedrich Nietzsche said that God was originally a projection of a people's self-love, best aspects, and highest aspirations. through the cyber-, many look to find themselves one step closer to God.

http://www.cyberartsweb.org

12.8.11

Retrato hablado (fragmentos)/entrevista a Joel-Peter Witkin por David Lauer

Yo me identifico de manera muy profunda con la historia del bufón. Esa maravillosa historia gótica en la que él se halla frente al altar, la Virgen y el niño, y lo único que tiene para ofrendar es su acto de malabarismo. Todo ocurre en esa gran catedral donde los trabajos de embellecimiento han llevado más de 50 años. Un lugar muy solemne. Y la gente se le queda viendo al bufón, se están riendo de él. Pero de repente te das cuenta de que lo que está haciendo el bufón es la forma más elevada de devoción de la que es capaz. Y enntoces ocurre el milagro: ¡la Virgen y el Niño le sonríen al bufón!

Entonces no es tanto un acto gracioso sino un acto que representa lo mejor de sus capacidades. El punto culminante de esta historia, de esta fábula, supongo, es que tanto la Virgen de madera como el niño Jesús, también de madera, sonríen para luego seguir siendo lo que son, piedra o madera, en las variantes del cuento.

Yo creo que una persona no puede ser devota, a menos que sepa que está adorando el máximo bien de sí misma, el bien que sale de su propio crecimiento y que puede ser compartido con otras personas sin egoísmos. Hacer fotografía es una forma particular de esa veneración.


Cupid and centaur

Deberíamos volver a la inocencia de un niño pero con la madurez, con la dureza de una persona que ha atravesado el fuego. Y eso es algo difícil de lograr. No estoy diciendo que lo que y o hago sea una obra sagrada, no lo es. (...) Pero en la época en que estamos viviendo -y realmente siento que estamos en una suerte de tierra de nadie o de basurero de vidaas, de cultura y de propósitos, lo que estoy tratando de hacer es forjar un nuevo alfabeto, un alfabeto de imágenes, si es posible llamarlo así, basado en primer lugar en un proceso de aprendizaje de cómo veo y descubro las cosas.

Crazy raft

Todos, si nos percatamos o no, somos pilotos kamikaze desplomándonos en una especie de historia divina.


La Giovanissima

Cuando te pones a pensar, hay más muerte que vida. Pero no puedes evitar la muerte -ella es el gran igualador- sin importar lo que alguien haya hecho en su vida. Cuando te enfrentas a la muerte, ni el amor, ni el dinero, ni las pertenencias, ni las riquezas pueden cambiar ese hecho. Es el punto de partida. Yo anhelo la muerte porque vivo en un estado de maravilla. Aunque tengo también mis días aciaagos. Creo que una vez que perdemos ese sentido de la inocencia, perdemos esas guías. Yo nunca he renunciado a ellas. Creo que los santos niños y los artistas tienen sus guías, sus ángeles. Y yo soy lo suficientemente loco y lo suficientemente tonto denbtro del sentido de la maravilla, y  lo bastante responsable como para mantenerme abierto a esa ayuda que está más allá de nuestra capacidad de realización en este nivel de la vida.

Pero yo sé que después de esta experiencia -y tenemos que aprovecharla al máximo- la experiencia que sigue podría ser hermosísima. Creo que lo que sigue es la vida en el más allá, y toda mi obra se refiere al más allá.


Night in a small town


Un cadáver no es la coronación de la vida. Es algo destinado a la putrefacción, es sólo el vehículo de lo invisible, de la fuerza interior que se conecta a algo superior.

Creo que hay una diferencia entre el alma y el espíritu. Creo que el espíritu sigue vivo aún dentro de un muerto, pero el alma ya se ha ido. 

En última instancia está el hecho de que existimos solos, luchamos solos y vamos a morir solos. Vamos a tener esa especie de secreto interior. Y yo creo que, cuando eese secreto interior es lo suficientemente puro, intenso, maduro y fuerte, se llega en parte a reflejar en un inanimado o en un objeto, pues lleva de regreso la confirmación de un alma que tenía y sigue teniendo esa especie de vida en potencia que va más allá de la vida misma. Y creo que ese centelleo en bruto es por lo menos lo que a mí me mantiene en pie. Puedo hablar de mis necesidades, y mi necesidad tiene relación con la selección de lo que acaba congelado o inmovilizado en una fotografía. No pido disculpas por ella ni huyo de ella. Es la mejor confirmación de mi histori vital, que va hacia alguna manifestación de lo sublime. Y espero y confío, al hacer mi trabajo, en que sea lo mejor de lo que soy capaz. Tal vez parezca poco, pero creo que es más de lo que mucha gente se esfuerza por hacer. 

Harvest

Las puertas del paraíso (cuando pase por las puertas del paraíso) estarán hechas de cosas extrañas, cosas que casi no hemos contemplado o cosas de cuya existencia hemos dudado: el ruido de un gato en movimiento, los misteriosos sonidos de los pájaros y la más hermosa música hecha por el hombre, o los últimos gemidos que salen de la boca de un gran poeta o de un gran músico, justo antes de morir. Y estará siempre compuesta de la primera y última forma de luz, porque yo pienso que una vez que pasas por esa o ese estado, ya no necesitas ver nada.

Si has experimentado un estado alterado, no necesitas de la luz de la Tierra. No necesitas del sonido. No necesitas del lenguaje, vives de manera completamente alerta y participas de la espiritualidad, participas de las cosas que dan vida en vez de absorberla, violentarla o acapararla.

Revista Luna Córnea  No. 7 1995


3.8.11

La mirada de Medusa/Karla Vicencio

LOS ORÍGENES


Si nos remontamos a su origen africano, veremos que Medusa es uno de los muchos aspectos de la diosa Atenea de Libia. Sus imágenes la muestran como una mujer de largo pelo y rizos anchos como tubos, mismos que evidenciaban su origen africano y que, sin duda, fueron interpretados posteriormente como serpientes. Esta diosa libia tenía un aspecto oculto y peligroso: las inscripciones detallaban que nadie podía levantar su velo y que mirarla directamente al rostro le permitía sondear el porvenir del desafortunado curioso y revelarle su propia muerte.


Aunque a Medusa se le ha visto arquetípicamente como un ser furioso y desgradable, su origen la revela como una figura mucho más profunda y compleja. En su forma de “diosa triple” adopta múltiples significados: representa la sabiduríaa femenina, sus misterios y todas las fuerzas de la gran diosa primordial, como son los ciclos del tiempo –pasado, presente y futuro- y los ciclos de la naturaleza –vida, muerte y renacimiento. En ella encuentran forma la creatividad y la destrucción universales en eterna transformación. Es la guardiana de los umbrales y la mediatriz entre los reinos del Cielo, la Tierra y el Inframundo; es el ama de las bestias, la conexión con la tierra, la energía latente y activa; la madre que destruye a fin de crear balance, fertilidad y vida.


Las imágenes de Medusa en la antigua Europa surgieron varios miles de años antes de su reinvención en la mitología griega clásica. En el alto paleolítico, su poder es representado con laberintos, vaginas, úteros y otras formas femeninas. A través del neolítico, sus fuerzas fueron simbolizadas como una mujer en posturas y gestos santos de poderío, principalmente la posición conocida como menstrual/de nacimiento/erótica. Cas siempre se muestra acompañada por dos animales sumamente simbólicos: las aves y las serpientes enredadas en sus brazos, piernas o trenzados en su pelo, que susurran en su oído la sabiduría milenaria de la tierra.



La serpiente se consideraba entonces un puente de conexión con la tierra fértil y el inframundo. Era el tótem de los círculos de la naturaleza y las estaciones y se representaba con el Uroboros, serpiente que se muerde su propia cola. Esta relación con la eternidad y la inmortalidad se le adjudicó gracias a su costumbre de mudar de piel, característica que, al menos, imaginariamente, le confería el poder de vivir por siempre. Su figura se vincula estrechamente con la mujer debido a las propiedades inmortales adjudicadas a la sangre menstrual, que se consideraba fuente tanto de vida como de muerte. El folklore primitivo creía que la mirada de una mujer menstruante podía convertir a un hombre en piedra, alimentando el temor religioso que esto ocasionaba en los hombres y reforzado por el hecho de que la mujer podía sangrar sin dolor ni fallecimiento y en sincronía con los ciclos de las mareas lunares.


EL ESTIGMA


Alrededor del siglo VII a.C. , con la introducción del gobierno patriarcal en Grecia –cuya cosmovisión dictó que el mundo no nacía de una deidad femenina, sino de un supremo padre- se denigró a la mujer y se satanizó cualquier aspecto relacionado con ella. En la nueva filosofía, la tierra y el cielo quedaron divididos eternamente. En el mito, héroes y dioses son creados para dominar y subyugar a la mujer y las manifestaciones naturales, personificadas comúnmente como monstruos y serpientes gigantes. Fue así que se encasilló a la serpiente como representante de la perversión y el mal absolutos, como un animal asqueroso y abominable, inductor de la muerte y el pecado; no sólo se le adjudicó el papel de bestia infame, sino que, debido a su relación con la figura de Medusa, quedó conectada para siempre con la mujer.


Pronto, la imagen sagrada de Medusa, como símbolo de poder y sabiduría femeninos, se convirtió en algo totalmente inaceptable. Para el siglo VI a.C., sus ritos fueron interrumpidos, sus sacerdotisas violadas, sus santuarios invadidos y sus bosques sagrados extintos. Su sabiduría femenina, las fuerzas naturales y los poderes de la creatividad, la destrucción y la regeneración fueron prohibidos y declarados malvados.


LA MITOLOGÍA



En la mitología clásica, los griegos separaron las antiguas raíces de la diosa africana en dos aspectos: su lado luminoso o positivo, representado por Atenea, y su lado oscuro o negativo, representado por Medusa o Metis. Aunque antiguamente estos nombres se usaban alternadamente como sinónimos, al separar a Atenea de Metis y Medusa, estas últimas quedaron superpuestas, de manera que Metis se convirtió en su madre y Metis en su enemiga.


Se decía que Metis era la madre original, así como la más grande y sabia de las diosas. Tenía el poder de cambiar de forma y, de acuerdo con los atenienses, fue seducida y devorada por Zeus. Éste absorbió entonces su poder de mutar a voluntad y su inmensa sabiduría, misma que Metis usó para preñar la cabeza de Zeus al momento de su muerte. De aquí nació Atenea. Sin embargo, al saberse parida sin la aparente intervención de una madre, la nueva diosa le da la espalda a su linaje y se convierte en la fiel defensora de los intereses de su padre y servidora incondicional del ego masculino-solar. A las mujeres les ofrece un papel nuevo y sagrado, donde la única retribución posible se logra por medio de la virginidad, el matrimonio y la maternidad.


LA LEYENDA


Medusa se conoce como la más odiada rival de Atenea no sólo por su poder, sino por su incomparable belleza. La envidia que provoca en la hija de Zeus era tal que ella misma se encargó de convertirla en el monstruo mitológico que conocemos. De acuerdo con La Metamorfosis de Ovidio, cuando Medusa era virgen fue tomada por Poseidón en el templo de Atenea; ésta, misógina e inflexible, culpó a Medusa por su acto sacrílego y la castigó deformando su adorable rostro y transformando sus cabellos en serpientes. A pesar de la severidad del agravio, Medusa no se amedrentó y, a partir de entonces, usaría por siempre su poderosa mirada para convertir a sus enemigos en piedra.


Sin embargo, Atenea no quedó conforme: consciente del tremendo poder de Medusa, convoca  a Perseo y lo envía en busca de su cabeza. Para ello le obsequió unas sandalias mágicas, un casco y un morral que el dios Hermes hizo especialmente. Guiado por la diosa, Perseo sobrevuela el océano y, al llegar al  palacio de Medusa, encuentra a las Gorgonas, las hermanas mayores e inmortales de Medusa –Stheino y Euryale-, dormidas, así que, mientras _Atenea sostiene su escudo como espejo para evitar la mirada directa de Medusa, Perseo decapita a la criatura con su espada de media luna. Esto interrumpe el sueño de las Gorgonas, que de inmediato se lanzan tras el perpetrador para cobrar venganza. Sin embargo, Perseo logra escapar con éxito –y con la cabeza de su víctima- gracias a su casco, que lo volvía invisible. Visto desde esta perspectiva, el héroe pierde cierto brillo, pues es evidente que no hubiera sido capaz de cruzar el océano siquiera de no ser por los obsequios de los dioses y la constante ayuda de la soberbia Atenea.


Después de la decapitación, Perseo usó la cabeza de Medusa como arma letal en varias batallas, pues se dice que conservaba sus poderes aún después de separada del cuerpo. Pero, cuando la mayoría de los enemigos fueron sosegados, muertos o petrificados y no quedó mayor entretenimiento que dar vueltas en el Olimpo sobre Pegaso, su corcel alado –que, como dato curioso, nació de la sangre de Medusa-, la cabeza de la Gorgona se quedó en algún pasaje olvidado, entre el mito y la realidad, entre el ayer y el hoy, entre el brío de la amazona que fue originalmente y la ignominiosa máscara que se le obligó a portar. A fin de cuentas, fue en su forma de monstruo terrible y silueta reptante que se ganó un lugar en la historia, y es así que provoca esa mezcla de temor y fascinación en los ojos de quienes, a pesar de las advertencias, se atreven a mirarla fijamente.



 Revista Algarabía Número 22 Año VII

19.6.11

Carl Jung (julio 26, 1875 - junio 6, 1961)


“Tus visiones se aclararán sólo cuando puedes ver en tu propio corazón. Quien ve hacia afuera, sueña; quien ve hacia adentro, despierta”.
“Hasta que hagas consciente el inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino”.
“Todo lo que nos irrita en los demás puede llevarnos a un entendimiento de nosotros mismos”.
“Las personas hacen lo que sea, no importa lo absurdo, para evitar enfrentarse con su propia alma”.
“El privilegio de la vida es volverte quien en realidad eres”.
“Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo la oscuridad consciente”.
“Nada tiene una influencia psicológica más fuerte en su ambiente y especialmente en sus hijos que la vida no vivida de un padre”.
“Donde reina la sabiduría, no hay conflicto entre pensar y sentir”.
“Todo depende de cómo vemos las cosas y no de las cosas en sí mismas. La cosa más pequeña con significado es más valiosa en la vida que la cosa más grande sin significado”.
“Existe un pensamiento en las imágenes primordiales, en símbolos que son más viejos que el hombre histórico, que yacen innatos en él desde los tiempos más remotos, viviendo eternamente, más allá de todas las generaciones y que conforman la estructura fundamental de la psique humana. Sólo es posible vivir al máximo cuando estamos en armonía con estos símbolos; la sabiduría es un regreso a ellos”.
“Un hombre que no ha pasado el infierno de sus pasiones nunca las ha superado. Hasta donde podemos discernir, el único propósito de la existencia human es encender una luz en la oscuridad del mero ser”.
“Cada hombre lleva en su interior la imagen eterna de la mujer, no la imagen de esta u otra mujer particular, sino una imagen femenina definitiva. Esta imagen es fundamentalmente inconsciente, un factor hereditario de origen primordial”.
“El hecho de que el hombre que sigue su propio camino acabe en la ruina no significa nada… Debeobedecer su propia ley, como si un demonio le estuviera susurrando nuevos y maravillosos caminos… No son pocos los que son llamados a despertar por esta voz, por la que son separados de los demás… La única vida con sentido es la vida que lucha por la realización individual —absoluta e incondicional— de su propia ley particular. En la medida en la que un hombre traiciona la ley de su propio ser, deja de realizar el significado de su propia vida. La vena aún no descubierta dentro de nosotros es una parte viva de la psique; la filosofía clásica china llama este camino interior Tao y lo asocia con un flujo de agua que se mueve irresistiblemente hacia su meta. Descansar en el Tao significa realización, completud,  el destino individual logrado, la misión personal satisfecha, el inicio, fin y realización perfecta del significado de la existencia innata en todas las cosas”.
“Soy un huérfano, solo: sin embargo, me encuentro en todas partes. Soy uno, pero opuesto a mí mismo. Soy la juventud y un hombre viejo al mismo tiempo. No he conocido ni madre ni padre, porque he tenido que ser llamado de la profundidad como un pez o caído como una piedra blanca del cielo. Me muevo por montañas y bosques, pero estoy oculto en lo más profundo del alma del hombre. Soy mortal para todos y sin embargo el ciclo de eones no me toca”.
“El sueño es una pequeña puerta oculta en los más secretos fueros del alma, abriéndose a la noche cósmica que era psique mucho antes de la conciencia del ego y que permanecerá psique no obstante cuánto se extienda nuestra conciencia de ego”.
“Dios ha dejado de ser contenido por la religión y ha caído en los corazones humanos —Dios encarnando. Todo nuestro inconsciente es un alarido del Dios que quiere conocer y ser conocido”.

8.7.10

Lecturas populares de teosofía/Annie Besant


No todos los hombres son iguales. Lo que a uno le sirve de alimento, a otro ni siquiera le sirve de estímulo. Déjese que cada cual tome el Pan de Vida bajo el nombre y la forma que mejor se adapte a su temperamento. Por variadas que sean las formas de las vasijas, una misma es el agua de la fuente en la que se llenan. ¿Qué importa la vasija con tal de que el agua de la bulliciosa corriente refrigere la seca garganta?¿Por qué disputar sobre la forma y la hechura de la vasija, cuando el Agua de la Vida es la misma par todos?

Editorial Posada, 1987:  Cd. de México

Soreen Kierkegaard citado por Ernest Becker en The denial of death


This invisible mystery at the heart of every creature now attains cosmic significance by affirming it's connection with the invisible mystery of creation. This is the meaning of faith.

Este misterio invisible en el corazón de cada criatura ahora alcanza significación cósmica, al afirmar su conexión con el misterio invisible de la creación. Este es el significado de la fe.

El matrimonio del cielo y del infierno/William Blake




Proverbios del infierno

¿No comprendes que cada pájaro que hiende el camino del aire es un mundo inmenso de delicias cerrado para tus cinco sentidos?
*
La Eternidad está enamorada de las obras del tiempo
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La abeja laboriosa no tiene tiempo para la tristeza
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Las prisiones están construidas con piedras de la Ley, los burdeles con piedras de la Religión
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Exceso de pena, ríe. Exceso de alegría, llora.
*
El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre.
*
Aquel que ha permitido que abuses de él, te conoce.
*
Crear una sola flor es trabajo de siglos.
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La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos; los órganos genitales, la Belleza; los pies y las manos, la Proporción.
*
La coneja quisiera que todo fuese negro, y el búho que todo fuese blanco.
*
Aquel que desea pero no obra, engendra peste.


Ediciones Coyoacán, 2003:  Cd. de México

7.7.10

Inteligencia espiritual/Danah Zohar, Ian Marshall


No me interesa lo que hagas para vivir.
Quiero saber lo que ansías, y si osas soñar con lo que desea tu corazón.

No me importa la edad que tengas.

Quiero saber si te arriesgas buscando como un loco el amor, los sueños, la aventura de estar vivo.

No me interesa saber qué planetas cuadran tu luna.

Quiero saber si has tocado el corazón de tu propio dolor, si te han abierto las traiciones de la vida o si te has contraído y cerrado de miedo a más dolor. Quiero saber si te puedes sentar con el dolor, el mío o el tuyo sin moverte para esconderlo o apagarlo o conciliarlo. Quiero saber si puedes estar con alegría, mía o tuya; si puedes bailar con desenfreno y dejar que el éxtasis te llegue a la yema de los dedos sin precaverte de ser cuidadoso, realista o recordar las limitaciones del ser humano.

No me importa si lo que me cuentas es verdad.

Quiero saber si puedes desilusionar a alguien siendo fiel a ti mismo; si puedes soportar la acusación de traición sin traicionar tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y, por lo tanto, digno de confianza. Quiero saber si puedes ver la belleza aunque no sea bonita cada día, y si puedes ver el origen de tu vida a apartir de la presencia de Dios. Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el mío, y ponerte a orillas de un lago y gritarle a la luna plateada: <<¡Sí!>>.

No me importa dónde vivas o cuánto dinero tengas.

Quiero saber si después de la noche del dolor y la desesperación, abatido y mallugado hasta el tuétano, puedes levantarte y ocuparte de las necesidades de los niños.

No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquí.

Quiero saber si te quedarás conmigo en medio del fuego y no escaparás.

No me interesa qué o dónde o con quién has estudiado.

Quiero saber qué te sostiene por dentro cuando se derrumba todo lo demás.

Yo quiero saber si puedes estar solo contigo mismo; y si realmente te gusta la compañía que tienes en los momentos vacíos.



La invitación, inspirado por Oriah, el Soñador de la Montaña, anciano nativo americano, mayo de 1994.


MITOS, 2002: España