28.9.11

Afganistán: La sospecha de ser niño/ Infancia hoy


Desde el 13 de abril de este año se han registrado 6 casos de niños que han atentado con una bomba en su cuerpo o con un explosivo incorporado en algún objeto que portaban, como una carretilla. Lo cuenta el informe publicado por Human Rights Watch (HRW) el pasado 1 de septiembre.


Los niños de Afganistán deben afrontar una situación más difícil incluso que un adulto en cualquier país del mundo desarrollado. Los talibanes los engañan y en algunos casos los secuestran para convertirlos en ‘niños bomba’. Los entrenan y luego los obligan a atentar contra las fuerzas de seguridad del Gobierno de Afganistán o las fuerzas internacionales de la OTAN. 

"Desolador", podría ser el adjetivo para calificar el futuro de estos chicos acorralados por tres frentes prácticamente imposibles de sortear. El primero al que se exponen es la muerte directa: si cumplen la ‘misión’ que les han encomendado los talibanes.

El segundo frente son las Fuerzas de Seguridad Nacional que tienen a los niños en la mira porque temen que estén aleccionados para atentar contra ellos. Por eso, muchos de estos niños son juzgados en los tribunales y sufren penas de varios años de prisión y son considerados “una amenaza para la seguridad del país”.

El tercer y último cerco son los grupos armados de la oposición o sus propios verdugos, los talibanes. En muchas ocasiones, los grupos insurgentes los asesinan ante la mínima sospecha de que los niños sean ‘espías’ de las fuerzas militares internacionales. Es lo que le sucedió al niño de 7 años de la provincia de Helmand, humillado y ahorcado en público por los talibanes en la provincia de Helmand (suroeste de Afganistán) en junio de 2010. El gobierno de Karzai ha ofrecido tímidas muestras de apoyo a las organizaciones internacionales que velan por la protección de los derechos del niño, pero la masacre generacional ya no tiene marcha atrás. Los casos de niños reclutados por los talibanes siguen creciendo, al igual que los ataques de insurgentes contra las fuerzas de seguridad del país y los militares de la OTAN.