6.7.15

El arte nuevo de hacer algo más que libros, por Rafael Lemus en Revista Letras Libres


Ulises Carrión
Archivo Carrión 1. El arte nuevo de hacer libros
Coordinación y textos introductorios de Juan J. Agius y Heriberto Yépez,
traducción de H. Yépez, México, Tumbona, 2012, 179 pp.
Ya este primer volumen, que reúne los textos de Carrión en torno a la producción y función del libro, es menos una obra autónoma que el registro de siete intervenciones precisas: la vez que Carrión dispuso a la mitad de Plural (febrero de 1975) un manifiesto contra el libro convencional y, de paso, contra la tradición literaria y seis otros alegatos que colocó aquí y allá –conferencias, revistas, videos– entre 1979 y 1987, cada uno de ellos preparado para estallar en un sitio y momento específicos. Las ideas que circulan aquí no sorprenderán a aquellos que hayan experimentado alguna vez un cierto cansancio ante los libros tradicionales, sobre todo ante esos que contienen o aseguran contener literatura. Afirma Carrión: hasta ahora los escritores han escrito textos, y no libros, y es hora de hacer libros. No libros comunes, como esos que transportan una escritura normalmente adscrita a un género literario, sino obras-libros (bookworks), libros totales que, ya liberados de la literatura y a veces hasta de la palabra, determinen sus propias condicio- nes de lectura. Es hora también, agrega, de abandonar esa romántica distracción que aqueja a muchos escritores, absortos en su propia es- critura, y de atender que todo libro es, más allá del contenido que contiene, “un objeto de la realidad exterior, sujeto a condiciones objetivas de percepción, existencia, intercambio, consumo, utilización, etc.”. Dicho de otro modo: es tiempo de operar no solo como productores de textos sino como creadores culturales plenos, hiperconscientes, al tanto no solo del oficio de cada uno sino de los procesos y las instituciones que rodean a ese oficio.
No sería raro que este primer volumen, con su engañosa colección de textos, dejara pensando a algunos que Carrión es al fin y al cabo un escritor, simple y llanamente un escritor, y que por lo mismo es fácil incorporarlo en alguna parte del canon literario mexicano. Ni una cosa ni la otra: salvo por dos libros de cuentos publicados en su juventud (La muerte de Miss O [1966] y De Alemania [1970]), Carrión empleó siempre la escritura de manera, digamos, instrumental, no para producir literatura sino para acompañar obras culturales más amplias, además de que operó siempre al margen de toda tradición nacional. Estos siete textos acerca del libro, por ejemplo: no pretenden ser ensayos ni, menos, inscribirse en una tradición literaria específica; son materiales que soportan, justifican o continúan las acciones artísticas de Carrión, tanto sus propios bookworks como la librería y el archivo que mantuvo en Ámsterdam. Así, en vez de acomodar a Carrión en un nicho particular o de fijarlo mediante gastadas categorías, habría que advertir el modo en que sus obras rebasan el escenario, la manera en que vuelven obsoletas las fronteras disciplinarias. Dicho de otro modo: si se quiere atender de veras a Carrión, no es necesario insertarlo, ya con una etiqueta, en el canon mexicano; es preciso observarlo en el mismo paradigma en que trabaja. Un paradigma distinto, desde luego, al humanista-liberal que aún rige en el campo literario. Un paradigma en el que –según el propio Carrión– los creadores se han “apropiado de diversas actividades que se suponía [les] eran extrañas o ancilares” y han abandonado “el reino sagrado del arte” para entrar en el “campo de la cultura, de mayor amplitud y contornos difusos”.
Obras realizadas en Ámsterdam en los años setenta y ochenta. Intervenciones precisas en circuitos y contextos ya desaparecidos. Dispositivos preparados para explotar una sola vez y dejar apenas una tenue huella. ¿Qué hacer hoy con esas obras? ¿En qué estado se encuentran? Según la perspectiva más conservadora –¡tan común en el campo literario mexicano!–, esas obras están definitivamente apagadas: se desvanecieron junto con las circunstancias que les dieron origen y fueron producto de una fiebre experimental y neovanguardista en teoría ya superada. Según la perspectiva historicista –tan habitual en la academia–, esas piezas están dotadas de un valor meramente histórico: solo son legibles si se reconstruye minuciosamente el contexto en que sucedieron. Por fortuna es posible atenderlas de otro modo, ni reaccionaria ni historiográficamente sino como obras capaces de ser reactivadas aquí y ahora. De un tiempo para acá, advierte Boris Groys (“Art workers: between Utopia and the Archive”,e-flux, mayo de 2013), empieza a prevalecer, al menos en el ámbito del arte contemporáneo, un acercamiento no historicista a las obras del pasado: “Nos estamos interesando más en la descontextua- lización y recreación de fenómenos individuales del pasado que en su recontextualización histórica, más interesados en los ideales utópicos que condujeron a los artistas más allá de sus contextos históricos que en esos propios contextos. Y esto me parece buena cosa porque fortalece el potencial utópico del archivo.”

20.5.15

Eugéne Canseliet

El atanor es el cuerpo. El corazón, la redoma. La sangre, la luz. La carne, la sombra. La sangre viene del corazón, que es activo, y va a la carne, que es pasiva. El corazón es el sol, el cuerpo la luna. Lo positivo está en el centro. Lo negativo alrededor del centro. Ambos forman la unidad. 

28.2.15

Poemas de Max Blecher traducidos por Joaquín Garrigós

A modo de introducción
A Marie
Palabras aves con alas de sangre
Palabras volando locas por los aposentos del corazón
Animales a veces con transparencias de cielo
Ramos de mundos astrales (cometas con cabeza de bailarina)
Flores extrañas perfumando el cerebro
Señal de sonrisa o al contrario de alegría
Apariciones y desapariciones en la oscuridad de los días
O águilas blancas aleteando sobre las montañas del sueño
Vitrinas lunares con ángeles y espadas
Con lobos ciudades buques y cabello de mujer
Palabras dibujos incomprensibles de esta escritura
Como mis manos como tus ojos cerrados.


Eternidad
Los pasos conocen nuestro abismo
El cuerpo pasea nuestro cielo
La tormenta pierde trozos de carne
Cada vez más inconcreta cada vez más débil
Hay un principio de azul
En este paisaje terrestre
Y otro vindicador
Como un dedo cortado
Lo único que ves es una mujer dando vueltas
Como un huso y copiando su delta
En el delta de las aguas.


Poema
I
Tu mirada interior lleva una barca y me la envía
cargada de terciopelo de ojos negros y diamantes
menudos de sueños y abismos ayer al anochecer
se ahorcó un ángel en un momento de felicidad
y sus alas caídas chirrían bajo tus pies en
la nieve cuántas flores cuántas ramas cuántos dedos.
II
El vestido del mar en la concha del zafiro mueves o deslizas
navío o acróbata, tú, río vertical con la diadema
del pelo azul cascada de helechos y de gritos
y de pronto un cristal se inclina, cambias tus transparencias
y eres una mujer muerta un fantasma con el vestido del mar
en la concha del zafiro, la palmera extiende el brazo y te
saluda, los buques transportan tus andares y las nubes
tu belleza hacia el crepúsculo.


En la orilla
Esto es lo que verás en el mar
Buques como cabezas de ahogados con el cigarrillo aún en la boca
Soñando y fumando navegan a Estambul
En la orilla hombres como suicidas que se han librado de la muerte
Soñando y fumando pasean al atardecer.


Materialización
Ojalá me dejara el día una piedra en una caja
Y una mariposa de oro en el cristal como una vidriera
Ojalá me dejara la noche una mano de cristales
De carámbanos de fiebre, de sueños una muñeca
Ojalá tuviera objetos con vida en el corazón
Y pensamientos de seda y recuerdos de cristal
De tus visitas querría brazaletes de sangre
El collar de una sonrisa y el anillo de un momento.

Paseo Marino
A I. Ludo
La sangre del mar circula roja por los corales
El corazón profundo del agua me zumba en los oídos
Estoy en el fondo del cielo de las olas
En el sótano de las aguas profundas
A la luz muerta del fúnebre cristal
Peces menudos como juguetes de platino
Recorren mi pelo que ondea
Peces grandes como jaurías de perros
Sorben con rapidez las aguas. Estoy solo
Levanto el brazo y compruebo su peso líquido
Pienso en una rueda dentada, en una palmera
En vano intento silbar
Es como si atravesara la masa de una melancolía
Y diríase que siempre ha sido así
A medias hermoso y a medias triste.

Poema
Tu envoltura
Como un pájaro en el nido del corazón
En ríos de sangre te bañas
Y vuelas por la punta de mis dedos
Cuando te vas
El cuerpo recobra su infinito peso
Y el paisaje abierto de par en par
Significa tu ausencia
Como si hundieras las manos en un cesto
Me sacas del océano del sueño
Y la cabeza me zumba como una caracola
Tú piedra arrojada al lago
Tú círculo de agua que te abandona
Quizá esperándote resucite
El cadáver de una palabra
Y él con su linterna ciega me paseará
Por la noche
Tu pelo será su oscuridad
Y yo me sumergeré en las sombras.



http://www.enfocarte.com/PoesiaRumana

19.2.15

Douglas Adams

En contadas ocasiones acabo yendo a donde pretendía ir, pero a menudo termino en algún sitio al que era preciso que fuera.

12.2.15

Ana Cecilia Prenz Kopuša / La lengua (fragmento de su novela "Cruzando el río en bicicleta")

A mi hijo el profesor argentino de violín le dice:

- Tu papá es esloveno y tu mamá ¿de dónde es?
- Es argentina pero nació en Belgrado.
- Ah ¿es serbia?
- No, es argentina.
- No, es serbia, Si vos naciste en Italia, sos italiano, Yo nací en Argentina, soy argentino, por lo tanto, tu mamá, si nació en Serbia, es serbia.

Felipe se queda mudo y piensa. No comprende el razonamiento. Desde que nació su madre para él es argentina.

- ¿Y qué lengua habla tu papá?
- Esloveno.
- ¿Y tu mamá?
- Español. Pero nosotros en casa hablamos muchas lenguas: yo con mi hermano hablo esloveno, con mi papá italiano, con mi mamá español y mi papá y mi mamá entre ellos hablan serbio. Y mi hermano con mi mamá español y con mi papá esloveno.
- Pero ¿tu mamá habla esloveno o serbio?
- Mi mamá habla serbio pero los eslovenos entienden a los serbios, y los serbios a los eslovenos.
- Ah, como nosotros con los peruanos.
Concluye el profesor.



15.1.15

Denise Levertov / O taste and see

The world is
not with us enough.
O taste and see
the subway Bible poster said,
meaning The Lord, meaning
if anything all that lives
to the imagination's tongue,
grief, mercy, language,
tangerine, weather, to
breathe them, bite,
savor, chew, swallow, transform
into our flesh our
deaths, crossing the street, plum, quince,
living in the orchard and being
hungry, and plucking
the fruit.

4.12.14

Old Man Leaves Party / Un viejo se va de la fiesta (R.I.P. Mark Strand, 1934-2014) / Ezequiel Zaidenwerg


Goodbye, Strand. This bizarre party will miss you // Chau, Mark. Esta fiesta rarísima te va a extrañar


Old Man Leaves Party

It was clear when I left the party
That though I was over eighty I still had
A beautiful body.  The moon shone down as it will
On moments of deep introspection.  The wind held its breath.
And look, somebody left a mirror leaning against a tree.
Making sure that I was alone, I took off my shirt.
The flowers of bear grass nodded their moonwashed heads.
I took off my pants and the magpies circled the redwoods.
Down in the valley the creaking river was flowing once more.
How strange that I should stand in the wilds alone with my body.
I know what you are thinking.  I was like you once.  But now
With so much before me, so many emerald trees, and
Weed-whitened fields, mountains and lakes, how could I not
Be only myself, this dream of flesh, from moment to moment?

Un viejo se va de la fiesta


Cuando dejé la fiesta quedó claro
que si bien yo pasaba los ochenta, todavía tenía
un cuerpo hermoso. La luna relumbraba como acostumbra
en tiempos de introspección profunda. El viento contenía
el aliento. Y mirá, alguien dejó un espejo apoyado en un árbol.
Después de asegurarme de que estaba solo, me saqué la camisa.
Las flores de la yuca bajaron sus cabezas bañadas por la luna.
Yo me saqué los pantalones, y volaron en círculos
por sobre las secuoyas las urracas.
Allá abajo, en el valle, el río seguía su curso.
Qué raro estar en medio de la nada, yo solo con mi cuerpo.
Sé lo que estás pensando. Yo alguna vez fui como vos.
Pero ahora, que tengo ante mí tantas cosas, tantos árboles
de color esmeralda, estos campos blanqueados de maleza,
y montañas y lagos, ¿cómo no ser yo mismo y nada más,
este sueño de carne, de a un instante por vez?

26.11.14

Ovidio / Amores (fragmento)

Nitimur in vetitum Semper cupimusque negata; sic interdictis imminet aeger aquis.

(‘Nos lanzamos siempre hacia lo prohibido y deseamos lo que se nos niega; así el enfermo acecha las aguas prohibidas’).

24.11.14

John Cassavetes

La humanidad ha encontrado por fin el mínimo común denominador: El dinero. Es la más infame, la más baja, la más estúpida de las pequeñas excursiones a la soledad que jamás he visto. Hace siete u ocho años, allá por los 60, los jóvenes americanos comenzaron a rebelarse contra eso. Y luego, curiosamente, se ha vuelto a todo aquello y se ha comercializado y utilizado la revuelta como medio de hacer dinero. 'El mercado de los jóvenes'. Los periodistas me han preguntado: “¿Hacia dónde se inclina, hacia el mercado de los jóvenes?” ¡Pero veamos! ¿Por qué no? Se hacen filmes para los jóvenes porque son los únicos en tener emociones todavía. Es necesario formar parte de la juventud y hacer filmes para mantenerse joven. Pero yo no pienso en los jóvenes como un mercado. Pienso que la juventud es la vida. Y la vida son los hombres y las mujeres.

14.11.14

Alejandra Pizarnik / Diarios de juventud (fragmento)

...¡Amado Vallejo! ¡Mi adorado poeta triste! ¡Tú con tus huesos hambrientos y el pelo revuelto y la nuez anhelante y el torso partido y el sentir escabroso y la soledad y el sexo balbuceante y la soledad y el ojo vestido de gris y la soledad y el amado lloro de siempre y la soledad y los golpes fuertes de la vida y la soledad y yo no sé por qué de tanto daño de tanto golpe duro y malo de tanta soledad pendiente y la nada y horrendo y el mefistofélico bastón en quien no apoyarse y el bendito Dios que camina junto a ti y el terrible exilio de los eternos fugitivos, y las calientes lágrimas una más hasta la ecuación imposible y los dulces monos de Darwin agitando veinte dedos por cabeza y el tric- trac de los huesos pidiendo un trozo de pan en que sentarse y la soledad el llanto la angustia la nada y la soledad!!!! !!!! Amadísimo queridísimo César !!!! ¡¡Hasta cuando!! ¿¿Siempre?? Lloro.

4.11.14

Santiago Niño / Memoria Ancestral

Creo que echamos de menos a ese algo que hemos olvidado; a ese algo que dejamos en algún punto del tiempo y el espacio. Quizá esa sea la causa de toda la nostalgia inexplicable que nos aflige. Quizá de allí venga nuestro deseo incorregible de volar, de ser lo divino, lo inmortal. Quizá esa difusa memoria ancestral sea la culpable de que nos sintamos aislados y con ganas de volver a ese lugar que no sabemos qué es ni dónde está; a ese estado que ahora no conocemos pero intuimos que existe, o que existió, para nosotros y en nosotros, alguna vez. Quizá ese vertigonoso enigma que nos acecha con locura y que nos hace vulnerables a los golpes de la incertidumbre, sea un atisbo de la eternidad que nos evuleve y de la que hemos sido parte siempre, en millones de mundos, de cuerpos, de realidades.