24.11.14

John Cassavetes

La humanidad ha encontrado por fin el mínimo común denominador: El dinero. Es la más infame, la más baja, la más estúpida de las pequeñas excursiones a la soledad que jamás he visto. Hace siete u ocho años, allá por los 60, los jóvenes americanos comenzaron a rebelarse contra eso. Y luego, curiosamente, se ha vuelto a todo aquello y se ha comercializado y utilizado la revuelta como medio de hacer dinero. 'El mercado de los jóvenes'. Los periodistas me han preguntado: “¿Hacia dónde se inclina, hacia el mercado de los jóvenes?” ¡Pero veamos! ¿Por qué no? Se hacen filmes para los jóvenes porque son los únicos en tener emociones todavía. Es necesario formar parte de la juventud y hacer filmes para mantenerse joven. Pero yo no pienso en los jóvenes como un mercado. Pienso que la juventud es la vida. Y la vida son los hombres y las mujeres.