18.6.11

Mutaciones/ Leonor Mauvecin



Deberíamos pasar al otro lado del espejo
y escribir en el dorso de la mano.
Deberíamos buscar los fantasmas
para quitarles el polvo
y dar vueltas las sombras para vestirnos
con su otra cara.
Deberíamos sujetar el presente
para apoyar el rostro
y reclinar el brazo sobre el tiempo que huye.

Acaso deberíamos buscar un día sin retorno
para instaurar la memoria
y ahuyentar el olvido.
Acaso las telarañas del espejo
me devuelvan mi rostro,
pulido por las cenizas del tiempo.

Pero no será mi rostro.
Será tan sólo un simulacro
que se romperá en pedazos apenas caiga
la primera piedra.