William Gerald Golding, en su discurso al recibir el Nobel
Como la mayoría de los científicos son un poco religiosos y la mayoría de los religiosos rara vez son totalmente anticientíficos, la humanidad se encuentra en una situación cómica. Su intelecto científico cree en la posibilidad de los milagros dentro de un agujero negro, mientras que su intelecto religioso cree que los hay afuera.