La mente trabaja hasta la extenuación buscando utópicos remedios. Luego se rinde y nos deja solos… Entonces nos descubrimos hechos de pura carne despavorida por fugarse de los pasos que el mundo nos grabo en la piel… Nada de mente, ni de ideas, ni de abstracciones. Piel extendida como alfombra, como papel, y el mundo pasándonos por encima y regalándonos una colección de cicatrices.
Compartido por Nahual Xiu