26.12.11

Los dos jardines. Mística y erotismo en algunos poetas mexicanos/Elsa Cross

 
 


 
El ágape es sin duda más cristiano, pues es el amor de la caridad y la compasión por los demás, en tanto que el eros, en un sentido amplio y no reducido a lo que se entiende usualmente por “erótico”, es un impulso hacia el éxtasis, necesariamente interior y personal.

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Erotismo y misticismo se muestran de pronto como un mal, una pasión devorante, incontrolable, pero que da sentido a todo; son una huida, una salida, una posibilidad de trascender la realidad insoportable con su tedio y su banalidad, su vacío y su tristeza. No importa que esa salida signifique la obsesión o la locura. Tanto la experiencia erótica como la mística siguen órbitas excéntricas, pues como dice Paz, el asceta, al igual que el libertino, son seres asociales. De hecho, necesitan vivir en el extremo, en el exceso. La opacidad y el hastío de lo cotidiano no les bastan.

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Pita Amor
XXXII

Tú tienes todo el poder,
Tú riges el movimiento,
fabricas el pensamiento,
principio y fin das al ser.
Pero yo quiero saber
si tus fuerzas las dominas,
si cuando creas y exterminas
es timón tu voluntad;
si posees libertad
o sólo a ciegas caminas.


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Enriqueta Ochoa

Vírgenes terrenales (fragmento)

Yo me miro y no soy sino una cripta en llamas.
Amo yo el horror de ser virgen, y quiero
vivir en el pavor que me dan mis cabellos
para en la noche ya retirada en mi lecho,
reptil inviolado, sentir la carne inútil
bajo el frío fulgor de tu pálida luz
¡Tú que te mueres, tú que ardes de castidad,
noche blanca de témpanos y de nieve cruel!

¡Mentira que somos frescas quiebras cantando en el agua!
Que un temblor de castidad serena nos albea la frente,
que los luceros se exprimen en los ojos
 y nos embriagan de paz.

Malherida,
borré la sombra del sexo entre los hombres
y me quedé vacía, a la intemperie.
Y no pude decir
hasta que se hizo carne en mi carne el amor
lo que era hallar la propia sombra, entregándose.

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Alfredo R. Placencia

Yo descendí hasta el alma de la noche
y en sus abismos me senté.

¿En qué se piensa
cuando en el alma
se desploma el caos?

Aquí, el “vértigo de fuego” del amor se ha tornado en un “vértigo de sombra”. Y estos poemas, bastante oscuros, son un preludio de la muerte; pero están lejos de la muerte gozosa deseada por los místicos y que surge ante la promesa de la unión definitiva con un Dios en un más allá.

El mundo es distracción, obstáculo, es una fuerza enemiga. Sin embargo, la intensidad de la pasión mística se vuelve en sí misma un gran riesgo, pues si la mirada se desvía de su dirección, jalará consigo toda esa fuerza transfiriéndola al nuevo objeto. Si es éste una criatura, casi insensiblemente el exaltado amor místico se convertirá en pasión erótica.


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Octavio Paz

Es mi creación esto que veo
la percepción es concepción
agua de pensamientos
soy la creación de lo que veo

*

Hevajra Tantra

Por la pasión, el mundo queda atado. Por la pasión, también, se libera.

*

El aspecto del tantra que considera sagrado el erotismo y la unión de la pareja, a la que ve como un vehículo hacia la experiencia suprema, impresionó profundamente a Paz,  quien dice en  Vislumbres de la India (1995): “El placer sexual es, en sí mismo, valioso. Para los hindúes es uno de los cuatro fines del hombre. Aparte de ser una fuerza cósmica, uno de los agentes del movimiento universal, el deseo (Kama) es un dios porque el deseo, en su forma más pura y activa, es energía sagrada: mueve a la naturaleza entera y a los hombres”.

*

D.T. Suzuki 
El pasado y el futuro están los dos envueltos en este momento presente de iluminación, y este momento presente no es algo que esté quieto con todos sus contenidos, pues se mueve sin cesar.

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Octavio Paz

Juntos atravesamos
los cuatro espacios los tres tiempos
pueblos errantes de reflejos
y volvimos al día del comienzo
el presente es perpetuo


Ediciones sin nombre/CONACULTA, 2003: Ciudad de México.