sin la explicitud de las águilas,
con mirada de universo
y los bolsillos llenos de piedras.
Ya nada es lo mismo
en distancias de años luz.
Minúsculos seres plagian vidas
y simulan ser savia y flor
en los pastos de las regiones rubias
de los hombres sin espinas.
Solo el agua mantiene
la norma infinitesimal de la lluvia
en los terrenos abonados
por dioses de papel.
En cambio, yo, aquí, en el llano,
veo cómo te alzas
libre fotón etéreo
y un calor de pájaro nocturno
sobrevuela mis mejillas.