sólo en contadas ocasiones se me ocurre que quizá toda esta incoherencia no es más que equilibrio, que quizá este aire de excentricidad consiste en un (frágil) balance entre razón y deseo, entre novedad y rutina, entre libertad y apego, entre tristeza y goce, entre prudencia y temeridad. después la ráfaga pasa y vuelvo a sentir el vértigo.
"loss is nothing else but change, and change is nature's delight" -marcus aurelius.
lo que sé es que me toca abrazar la fugacidad: el destello y su ausencia, el incendio y su herida.me voy con el viento, lo que aún no conozco me llama con fuerza. hay que endurecer un poco los sentidos, ser un tantito menos atravesable, y seguir caminando. pero quién sabe, hay días en que incluso el viento se calma y reposa tranquilo en algún lugar hermoso. no sé todavía si este andar es de huracán o de brisa. aún investigo con ritmos distintos, hasta que coincidan conmigo. detenerme, nunca. la vida es andar.