27.3.11

Simbólica global



Avialcar: Piensa en la Geografía de Rumanía, en su política historia y religión, en sus ciudades, y pueblos... Es la forma de como han vivido lo que les permite escribir, no es que sea su contexto, y uno se puede dar un poquito de idea de cómo es que lo logran.

Pía: Hermenéutica del texto. Estoy completamente de acuerdo. Pero tengo una pregunta: sin duda ¿podríamos decir lo mismo de otros pueblos igualmente relegados, igualmente guerreros, igualmente brillantes?

Avialcar: De todo mundo, no imagino a a los poetas exiliados, españoles escribiendo sin el 
Exilio, a Miguel Hernandez sin la Cárcel, a Cioran si la Tristeza, a Maria de Francia sin la corte de Leonor de Aquitania, o a Borges sin la Biblioteca. Yo creo eso; y es que, el determinismo geográfico explica muchas cosas...

Pía: Si, y también creo que el determinismo de especie explica el resto.

Avialcar: No es lo mismo ser un galés que vive en la montaña que un suizo que vive en la montaña, o un francés de pueblo o un mexicano de ciudad.

Pía: ¡Claro! como tampoco es lo mismo ser un humano que un akita que un cachalote, y sin embargo, para mí, TSU (todos somos uno).

Avialcar: Somos parte del núcleo del telar y la hedidumbre, pero nuestras diferencias y características peculiares forman el todo, no creo que esté peleado ser diferente y ser uno.

 Pía: Totalmente de acuerdo. Creo que ese uno se autosomete libremente a la variación infinita de sus formas. Eso es lo que le da sabor al encuentro. Somos su juego.

Avialcar: Uno de los principios alquímicos era crear transustanciaciones. Estamos hechos del misma materia, entonces sólo existe un cambio de forma, porque ya somos.

Pía: ¡Juego en el jugo!