22.10.15

Poemas de Richard Brautigan, traducción de Óscar Muciño

Richard-Brautigan3


Richard Brautigan (1935-1984). Escritor originario de Tacoma, Washington. Hijo de una camarera y un empleado de fábrica –que se separaron cuando era un niño–, vivió una infancia llena de privaciones. Arribó al San Francisco beat en 1958, ahí escribió y leyó su obra en los cafés y las esquinas. Su escritura, sin pertenecer al movimiento, comparte la crítica a los valores de la clase media y la conformidad. También abrazó el pacifismo y la vestimenta hippie, y, en general, las diversas tendencias contraculturales de la época.
A pesar de que mucha de su obra se escribió en la ebullición de los años sesenta, logró forjar un estilo propio. La poesía de Brautigan es directa, sin artificios, describe en muchas ocasiones momentos en la vida del autor. Las situaciones cotidianas transcurren en sus versos; creyente del valor estético de cualquier existencia y promotor de la capacidad creativa del individuo, soñó con construir una biblioteca que recibiera los libros de cualquier persona, esta idea es desarrollada en su novela El aborto: un romance histórico.
La mayoría de los poemas que ahora presentamos pertenecen a la antología The pill versus The Springhill Mine Disaster (1968), este poemario contó con dos primeras ediciones; la primera rústica y con un tiraje de 50 ejemplares, la segunda de tiraje regular llevaba en la portada una fotografía de Edmund Shea, en ella aparece Marcia Pacaud, mujer a quien está dedicado el libro.
Brautigan publicó, entre otros, los poemarios: The return of de Rivers (1958),  Please plant this book (ocho poemas impresos en paquetes de semillas) (1968),June 30th, June 30th  (1978).La obra poética de Brautigan puede consultarse en el portal:
http://www.brautigan.net/index.html

***
La píldora vs El derrumbe en la mina Springhill
Cuando tomas tu píldora
es como un derrumbe en la mina.
Imagino a todas las personas
perdidas dentro de ti.

The Pill versus the Springhill Mine Disaster
When you take your pill
It’s like a mine disaster.
I think of all the people
lost inside you


Lamento de la viuda
No hace aún suficiente frío
para ir a pedir un leño
de mis vecinos.

Widow’s Lament
It’s not quite cold enough
to go borrow some firewood
from the neighbors.


El poema hermoso
Voy a dormir en Los Ángeles
pensando en ti.
Meando hace un momento
miré hacia abajo, cariñosamente,
a mi pene

Saber que ha estado dentro de ti
hoy, un par de veces, me hace
sentir hermoso.
3 A.M
Enero 15, 1967

The Beautiful Poem
I go to bed in Los Angeles thinking
about you.
Pissing a few moments ago
I looked down at my penis
affectionately.
Knowing it has been inside
you twice today makes me
feel beautiful.
3 A.M
January 15, 1967


Botiquín de reparación del karma: Artículos 1-4
1. Ten suficiente comida,
cómela.
2. Encuentra un lugar tranquilo para dormir,
duerme.
3. Reduce los ruidos intelectuales y emocionales
hasta alcanzar el silencio de ti mismo,
escúchalo.
4.

Karma Repair Kit: Items 1-4
1.Get enough food to eat,
and eat it.
2. Find a place to sleep where it is quiet,
and sleep there.
3. Reduce intellectual and emotional noise
until you arrive at the silence of yourself,
and listen to it.
4.


Naranjas
Oh, cuán perfecta muerte
calcula un viento de naranja
que rebosa de sus pasos,
y tú te detienes a morir
en un huerto donde la cosecha
llena las estrellas.

Oranges
Oh, how perfect death
computes an orange wind
that glows from your footsteps,
and you stop to die in
an orchard where the harvest
fills the stars.


*Leer completo en

Óscar Muciño (1984). Escritor y traductor. Estudió letras en la FES-Acatlán, UNAM. Ha publicado cuentos, poemas y ensayos en distintos medios impresos y electrónicos del país. Fue incluido en la antología poética 40 Barcos de guerra (2009). Puede leerse en: http://thesolipsta.wordpress.com/.

12.8.15

México El piano invisible / José María Memet


A los 43 estudiantes normalistas de  Ayotzinapa. 

He visto a los mejores pianistas
_en este mundo_
equivocarse y nadie
darse cuenta.

Los he visto comer teclas de rabia
no ver el piano
en medio del escenario
y deambular
ciegos y a ciegas
cual polillas
bajo el reflector.

Beethoven, dale la nota.
Ya no es confiable ir a los conciertos,
Hasta los gánsteres van.
Y a veces disparan
desde los palcos opuestos.
Y cuando uno no lleva armas
es complicado entender las obras.
Las ventajas de un piano invisible
es que no tiene cola.

Es claro que la mafia
Es más sensible que un gobierno
Y más autoritaria
que todo un parlamento.
El piano suena bien,
La afinación está bien
la pieza suena espléndida,
lo raro es
que el concierto
es en Comala
y el solista
Pedro
Páramo. 

En la sala
hay 43 espectadores
y un planeta sin rumbo

en el espacio. 

6.7.15

El arte nuevo de hacer algo más que libros, por Rafael Lemus en Revista Letras Libres


Ulises Carrión
Archivo Carrión 1. El arte nuevo de hacer libros
Coordinación y textos introductorios de Juan J. Agius y Heriberto Yépez,
traducción de H. Yépez, México, Tumbona, 2012, 179 pp.
Ya este primer volumen, que reúne los textos de Carrión en torno a la producción y función del libro, es menos una obra autónoma que el registro de siete intervenciones precisas: la vez que Carrión dispuso a la mitad de Plural (febrero de 1975) un manifiesto contra el libro convencional y, de paso, contra la tradición literaria y seis otros alegatos que colocó aquí y allá –conferencias, revistas, videos– entre 1979 y 1987, cada uno de ellos preparado para estallar en un sitio y momento específicos. Las ideas que circulan aquí no sorprenderán a aquellos que hayan experimentado alguna vez un cierto cansancio ante los libros tradicionales, sobre todo ante esos que contienen o aseguran contener literatura. Afirma Carrión: hasta ahora los escritores han escrito textos, y no libros, y es hora de hacer libros. No libros comunes, como esos que transportan una escritura normalmente adscrita a un género literario, sino obras-libros (bookworks), libros totales que, ya liberados de la literatura y a veces hasta de la palabra, determinen sus propias condicio- nes de lectura. Es hora también, agrega, de abandonar esa romántica distracción que aqueja a muchos escritores, absortos en su propia es- critura, y de atender que todo libro es, más allá del contenido que contiene, “un objeto de la realidad exterior, sujeto a condiciones objetivas de percepción, existencia, intercambio, consumo, utilización, etc.”. Dicho de otro modo: es tiempo de operar no solo como productores de textos sino como creadores culturales plenos, hiperconscientes, al tanto no solo del oficio de cada uno sino de los procesos y las instituciones que rodean a ese oficio.
No sería raro que este primer volumen, con su engañosa colección de textos, dejara pensando a algunos que Carrión es al fin y al cabo un escritor, simple y llanamente un escritor, y que por lo mismo es fácil incorporarlo en alguna parte del canon literario mexicano. Ni una cosa ni la otra: salvo por dos libros de cuentos publicados en su juventud (La muerte de Miss O [1966] y De Alemania [1970]), Carrión empleó siempre la escritura de manera, digamos, instrumental, no para producir literatura sino para acompañar obras culturales más amplias, además de que operó siempre al margen de toda tradición nacional. Estos siete textos acerca del libro, por ejemplo: no pretenden ser ensayos ni, menos, inscribirse en una tradición literaria específica; son materiales que soportan, justifican o continúan las acciones artísticas de Carrión, tanto sus propios bookworks como la librería y el archivo que mantuvo en Ámsterdam. Así, en vez de acomodar a Carrión en un nicho particular o de fijarlo mediante gastadas categorías, habría que advertir el modo en que sus obras rebasan el escenario, la manera en que vuelven obsoletas las fronteras disciplinarias. Dicho de otro modo: si se quiere atender de veras a Carrión, no es necesario insertarlo, ya con una etiqueta, en el canon mexicano; es preciso observarlo en el mismo paradigma en que trabaja. Un paradigma distinto, desde luego, al humanista-liberal que aún rige en el campo literario. Un paradigma en el que –según el propio Carrión– los creadores se han “apropiado de diversas actividades que se suponía [les] eran extrañas o ancilares” y han abandonado “el reino sagrado del arte” para entrar en el “campo de la cultura, de mayor amplitud y contornos difusos”.
Obras realizadas en Ámsterdam en los años setenta y ochenta. Intervenciones precisas en circuitos y contextos ya desaparecidos. Dispositivos preparados para explotar una sola vez y dejar apenas una tenue huella. ¿Qué hacer hoy con esas obras? ¿En qué estado se encuentran? Según la perspectiva más conservadora –¡tan común en el campo literario mexicano!–, esas obras están definitivamente apagadas: se desvanecieron junto con las circunstancias que les dieron origen y fueron producto de una fiebre experimental y neovanguardista en teoría ya superada. Según la perspectiva historicista –tan habitual en la academia–, esas piezas están dotadas de un valor meramente histórico: solo son legibles si se reconstruye minuciosamente el contexto en que sucedieron. Por fortuna es posible atenderlas de otro modo, ni reaccionaria ni historiográficamente sino como obras capaces de ser reactivadas aquí y ahora. De un tiempo para acá, advierte Boris Groys (“Art workers: between Utopia and the Archive”,e-flux, mayo de 2013), empieza a prevalecer, al menos en el ámbito del arte contemporáneo, un acercamiento no historicista a las obras del pasado: “Nos estamos interesando más en la descontextua- lización y recreación de fenómenos individuales del pasado que en su recontextualización histórica, más interesados en los ideales utópicos que condujeron a los artistas más allá de sus contextos históricos que en esos propios contextos. Y esto me parece buena cosa porque fortalece el potencial utópico del archivo.”

20.5.15

Eugéne Canseliet

El atanor es el cuerpo. El corazón, la redoma. La sangre, la luz. La carne, la sombra. La sangre viene del corazón, que es activo, y va a la carne, que es pasiva. El corazón es el sol, el cuerpo la luna. Lo positivo está en el centro. Lo negativo alrededor del centro. Ambos forman la unidad. 

28.2.15

Poemas de Max Blecher traducidos por Joaquín Garrigós

A modo de introducción
A Marie
Palabras aves con alas de sangre
Palabras volando locas por los aposentos del corazón
Animales a veces con transparencias de cielo
Ramos de mundos astrales (cometas con cabeza de bailarina)
Flores extrañas perfumando el cerebro
Señal de sonrisa o al contrario de alegría
Apariciones y desapariciones en la oscuridad de los días
O águilas blancas aleteando sobre las montañas del sueño
Vitrinas lunares con ángeles y espadas
Con lobos ciudades buques y cabello de mujer
Palabras dibujos incomprensibles de esta escritura
Como mis manos como tus ojos cerrados.


Eternidad
Los pasos conocen nuestro abismo
El cuerpo pasea nuestro cielo
La tormenta pierde trozos de carne
Cada vez más inconcreta cada vez más débil
Hay un principio de azul
En este paisaje terrestre
Y otro vindicador
Como un dedo cortado
Lo único que ves es una mujer dando vueltas
Como un huso y copiando su delta
En el delta de las aguas.


Poema
I
Tu mirada interior lleva una barca y me la envía
cargada de terciopelo de ojos negros y diamantes
menudos de sueños y abismos ayer al anochecer
se ahorcó un ángel en un momento de felicidad
y sus alas caídas chirrían bajo tus pies en
la nieve cuántas flores cuántas ramas cuántos dedos.
II
El vestido del mar en la concha del zafiro mueves o deslizas
navío o acróbata, tú, río vertical con la diadema
del pelo azul cascada de helechos y de gritos
y de pronto un cristal se inclina, cambias tus transparencias
y eres una mujer muerta un fantasma con el vestido del mar
en la concha del zafiro, la palmera extiende el brazo y te
saluda, los buques transportan tus andares y las nubes
tu belleza hacia el crepúsculo.


En la orilla
Esto es lo que verás en el mar
Buques como cabezas de ahogados con el cigarrillo aún en la boca
Soñando y fumando navegan a Estambul
En la orilla hombres como suicidas que se han librado de la muerte
Soñando y fumando pasean al atardecer.


Materialización
Ojalá me dejara el día una piedra en una caja
Y una mariposa de oro en el cristal como una vidriera
Ojalá me dejara la noche una mano de cristales
De carámbanos de fiebre, de sueños una muñeca
Ojalá tuviera objetos con vida en el corazón
Y pensamientos de seda y recuerdos de cristal
De tus visitas querría brazaletes de sangre
El collar de una sonrisa y el anillo de un momento.

Paseo Marino
A I. Ludo
La sangre del mar circula roja por los corales
El corazón profundo del agua me zumba en los oídos
Estoy en el fondo del cielo de las olas
En el sótano de las aguas profundas
A la luz muerta del fúnebre cristal
Peces menudos como juguetes de platino
Recorren mi pelo que ondea
Peces grandes como jaurías de perros
Sorben con rapidez las aguas. Estoy solo
Levanto el brazo y compruebo su peso líquido
Pienso en una rueda dentada, en una palmera
En vano intento silbar
Es como si atravesara la masa de una melancolía
Y diríase que siempre ha sido así
A medias hermoso y a medias triste.

Poema
Tu envoltura
Como un pájaro en el nido del corazón
En ríos de sangre te bañas
Y vuelas por la punta de mis dedos
Cuando te vas
El cuerpo recobra su infinito peso
Y el paisaje abierto de par en par
Significa tu ausencia
Como si hundieras las manos en un cesto
Me sacas del océano del sueño
Y la cabeza me zumba como una caracola
Tú piedra arrojada al lago
Tú círculo de agua que te abandona
Quizá esperándote resucite
El cadáver de una palabra
Y él con su linterna ciega me paseará
Por la noche
Tu pelo será su oscuridad
Y yo me sumergeré en las sombras.



http://www.enfocarte.com/PoesiaRumana

19.2.15

Douglas Adams

En contadas ocasiones acabo yendo a donde pretendía ir, pero a menudo termino en algún sitio al que era preciso que fuera.

12.2.15

Ana Cecilia Prenz Kopuša / La lengua (fragmento de su novela "Cruzando el río en bicicleta")

A mi hijo el profesor argentino de violín le dice:

- Tu papá es esloveno y tu mamá ¿de dónde es?
- Es argentina pero nació en Belgrado.
- Ah ¿es serbia?
- No, es argentina.
- No, es serbia, Si vos naciste en Italia, sos italiano, Yo nací en Argentina, soy argentino, por lo tanto, tu mamá, si nació en Serbia, es serbia.

Felipe se queda mudo y piensa. No comprende el razonamiento. Desde que nació su madre para él es argentina.

- ¿Y qué lengua habla tu papá?
- Esloveno.
- ¿Y tu mamá?
- Español. Pero nosotros en casa hablamos muchas lenguas: yo con mi hermano hablo esloveno, con mi papá italiano, con mi mamá español y mi papá y mi mamá entre ellos hablan serbio. Y mi hermano con mi mamá español y con mi papá esloveno.
- Pero ¿tu mamá habla esloveno o serbio?
- Mi mamá habla serbio pero los eslovenos entienden a los serbios, y los serbios a los eslovenos.
- Ah, como nosotros con los peruanos.
Concluye el profesor.



15.1.15

Denise Levertov / O taste and see

The world is
not with us enough.
O taste and see
the subway Bible poster said,
meaning The Lord, meaning
if anything all that lives
to the imagination's tongue,
grief, mercy, language,
tangerine, weather, to
breathe them, bite,
savor, chew, swallow, transform
into our flesh our
deaths, crossing the street, plum, quince,
living in the orchard and being
hungry, and plucking
the fruit.