2.8.12

Eduardo Arroyo

Periodista, escritor y pintor español. Se destacó a nivel mundial por su trabajo en la pintura. Es uno de los representantes de la figuración crítica, de contenido fundamentalmente político y social. Supinturaademás adopta influencias del estilo dadaísta, del superrealismo y del pop art. Entre sus obras se destacan “Los Deshollinadores” y “Toda la ciudad habla de ello”.


 

Pintar las ideas
Nació en Madrid, el 26 de febrero de 1937. Se licenció en Periodismo en esta misma ciudad, y en el año 1957 tras haber finalizado sus estudios se fue a Francia. Se instaló en París, con la intención de hacerse escritor. Allí se contactó con los círculos de exiliados españoles y comenzó a pintar, sin ningún tipo de formación.

A mediados de los años sesenta comenzó a colaborar con los pintores Gilles Aillaud y Antonio Recalcati. Está considerado como uno de los principales representantes de la figuración crítica, de contenido fundamentalmente político y social. Supinturaademás adopta influencias del estilo dadaísta, del superrealismo y del pop art.

En 1968 participó en el Salón de la Joven Pintura con la obra “La corrida de la mariposa”. Al año siguiente, realizó su primera muestra individual en la Galería Claude Levin de París, en la que expresó de forma explícita su oposición al franquismo. Por ejemplo exhibió una serie de retratos de dictadores, como Hitler o Mussolini, o la titulada “25 años de paz” (de 1965).
 


Eduardo Arroyo es un artista polifacético que sobresale también como ceramista, grabador y escritor. En su faceta literaria hay que resaltar estos libros: “Panamá Al Brown” (1982) y “Sardinas en aceite” (1990). Ha diseñado también escenografías teatrales, en Italia para el cineasta Kalus Grüber, y en España para “La vida es sueño” de Calderón de la Barca, dirigida por José Luis Gómez.

En 1974 fue expulsado de su país, debido a sus convicciones políticas que muy en desacuerdo estaban con la política española del momento. De igual forma, dos años después le fue devuelto su pasaporte. Estas circunstancias hicieron que su obra sea conocida en España recién en la década del `80.

En 1982 el centro Georges Pompidou, de París, le dedicó una gran exposiciónretrospectivay ese mismo año el gobierno español le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas. Al año siguiente recibió, además, el título de Caballero de las Artes y las Letras del gobierno francés.

En su producción pictórica utiliza una gran variedad de soportes como el lienzo, la madera o el papel de diferentes tipos. Entre sus cuadros se destacan “Los Deshollinadores” y “Toda la ciudad habla de ello” (1982). Otras pinturas suyas son: “Robinson Crusoe” (1965), “Willie Pep” (1972), “Caballero español” (1970), “Dichosos quién como Ulises I” (1977). Hoy su producción forma parte de las mejores colecciones y museos del mundo.