31.8.11

Alternative consciousness/William Peña


Virtual Reality, taking drugs, or seeking Enlightenment, all have one common goal: to achieve an alternative consciousness for the user/seeker that offers escape from the common physical world. There seekers look for an experience where they can explore the limits of their mind -- humanity has always recognized it has limits, and since then has looked for ways to expand those limits outward, increase its knowledge, and live longer. 

The cyber- offers a unique new reconsideration of all these goals, as achieving alternative consciousness becomes second nature. People become cyborgs and explore cyberspace with their avatars, and through these means can create themselves in whatever image they wish. Not only can these existences offer an alternative, they can become the norm, like Case in Neuromancer. The body, the mind, and the life all become increasingly flexible. 

Friedrich Nietzsche said that God was originally a projection of a people's self-love, best aspects, and highest aspirations. through the cyber-, many look to find themselves one step closer to God.

http://www.cyberartsweb.org

Alfabetización tecnológica mutimodal e intercultural/Bautista García-Vera

Alfabetizar no es enseñar a repetir palabras escritas para adquirir cierta soltura burocrática, ni depositar hechos o informaciones semi-muertas en los educandos, sino más bien mostrarles cómo decir su palabra, cómo escribir la vida propia como autores y como testigos de su historia, ya que una de las aportaciones del lenguaje escrito es la posibilidad de ganar distancia de los acontecimientos, de la experiencia vivida, para analizarla y representarla en un texto.
 
http://www.educacionenvalores.org/IMG/pdf/abautista.pdf 

26.8.11

Mónica Gameros

Oye Policía, granadero, carabinero, AFI, PFP, milico, paco, ¿no te has puesto a pensar que eres de nuestra clase social, que estás igual de jodido que todos nosotros, que tu hijo, tu hija terminarán pobres, esclavizados, explotados? ¿No ves que a cada macanazo, patada, gas, carro lanzagua, tortura, asesinato que cometes estás moviendo la pala para que tus hijos caigan en la fosa?

23.8.11

A beautiful revolution/Andrew Jordan

Moonshine

Get well soon

 Goodbye

In 2004, I was depressed. In 2005, I was suicidal. I went to see a therapist and started writing this site. In 2006, the work on this site became a book. In 2007, I found my place in this world. In 2008, my love life was still a disaster. But then I met her--the girl on the Internet. We fell in love and got married. In 2009, I found everything. This project is about that journey. And trying to understand how a life can completely change.

I used to think you needed to see it, to believe it.
But now I realize that to see it, you must first believe it.
Everything is possible. Everything is possible.

http://www.abeautifulrevolution.com/blog/


Sobre oportunidad/Varios

Ningún hombre tiene la oportunidad de disfrutar de un éxito permanente hasta que empieza a buscar en el espejo la verdadera causa de todos sus errores. Napoleon Hill

Cuando el oponente se expande, yo me contraigo. Cuando él se contrae, yo me expando. Y cuando hay una oportunidad, yo no golpeo; el golpe se da por sí mismo.  Bruce Lee

Todos estamos de acuerdo en que su teoría es una locura. La cuestión que nos divide es si es una locura suficiente descabellada como para tener la oportunidad de ser correcta. Niels Henrik David Bohr

La idea de que las crisis poseen tanto un aspecto negativo como otro positivo, la expresa muy bien la palabra con la que la designan los chinos, wei-chi. La primera parte de la palabra significa "cuidado, peligro". La segunda parte, sin embargo, tiene una connotación muy distinta; significa "oportunidad de cambio". Tony Buzan

http://www.frasesypensamientos.com.ar/

Sobre dormir y los sueños/Varios

Hoy es mejor que mañana pero los muertos son los que se renovarán y nacerán cada día y cuando intenten dormir, los conducirá la matanza de su letargo hacia un sueño sin sueños. Mahmud Darwish

Fingimos dormir como impenetrables esferas de cristal. La tierra no consuela sólo despeña su oscura y áspera orfandad. Arriba torres de viento se desmoronan al vacío. Marlene Pasini

Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, sueñas. Cuando estás despierto, puedes refrenar, más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos.Haruki Murakami

¿Cómo puedo soñar mientras escribo? Son de la pluma los sueños. La página en blanco le da el derecho a soñar. Gastón Bachelard

Los astros tienen sueño, soñaré con los astros: es víspera del sueño. Aída Cartagena Portalatín

El sueño y la esperanza son los dos calmantes que la naturaleza concede al hombre. Federico I

El sueño es un arte poético involuntario. Immanuel Kant

Yo también pienso en mí cuando te sueño y robo al tiempo todas mis edades para poblar mis íntimas moradas y acompañarte siempre, siempre, siempre. Manuel Altolaguirre

El universo es el sueño de sí mismo. Fernando Pessoa

El ojo a velocidad reducida mastica fragmentos de sueño, mastica dientes de sol, dientes cargados de sueño. Tristan Tzara

La vida y el mundo son el sueño de un dios ebrio, que escapa silencioso del banquete divino y se va a dormir a una estrella solitaria, ignorando que crea cuanto sueña... Heinrich Heine

Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano, herido por el trigo, a pisar la pradera; soñador, sentiré su frescor en mis plantas y dejaré que el viento me bañe la cabeza. Arthur Rimbaud

Yo, no he visto un soñador más pertinaz, que aquel anciano proscrito, que parecía no darse cuenta de que andaba por sobre las cenizas de los muertos. José María Vargas Vila

Soy la antivida, la bestia del juicio. Soy la oscuridad al fin de todo. Fin de universos, dioses, mundos... de todo. ¿Qué serás tú, soñador? La Esperanza. Neil Gaiman

Somos lazarillos de nuestros sueños.Ramón Gómez De La Serna

Pero hacia el ensueño navegando un día, escuché lejano canto de sirenas y enfermó mi alma de Melancolía. Ramon Maria Del Valle Inclan

http://www.frasesypensamientos.com.ar/

 La chambre por Balthus

19.8.11

El odio de la música/Pascal Quignard

Escuchar y obedecer.

La primera vez que Primo Levi escuchó la fanfarria en la entrada del campo tocando Rosamunda, le costó reprimir la risa nerviosa que se apoderó de él. Vio aparecer los batallones que volvían al campo siguiendo una marcha extraña: avanzaban en filas de cinco, casi rígidos, el cuello derecho, los brazos pegados al cuerpo, como hombrecitos de plomo, la música les alzaba las piernas y levantaba decenas de miles de borceguíes de madera, manejando los cuerpos como si fueran autómatas.

Los hombres tenían tan pocas fuerzas que los músculos de las piernas obedecían a pesar de ellos a la fuerza propia de los ritmos que la música del campo imponía y que Simon Laks dirigía.

Primo Levi llamó "infernal" a la música.
Pese a no recurrir casi nunca a imágenes, Primo Levi escribió: "Sus almas están muertas y es la música la que las impulsa hacia adelante, como el viento a las hojas secas, y se transforma en su voluntad".

Luego señala el placer estético experimentado por los alemanes ante estas coreografías matutinas y vespertinas de la desgracia. No fue para atenuar el dolor, ni para conciliarse con sus víctimas, la causa de que los soldados alemanes organizaran la música en los campos de la muerte.

1. Fue para aumentar la obediencia y unirlos a todos en esa fusión impersonal, no privada, que engendra toda música.

2. Fue por placer, placer estético y gozo sádico, experimentado en la audición de melodías animadas y en la visión de un ballet de humillación danzado por la tropa de aquellos que cargaban con los pecados de quienes los humillaban.
Fue una música ritual.

Primo Levi reveló la más antigua función asignada a la música. La música, escribe, era sentida como un "maleficio". Era una "hipnosis del ritmo continuo que anula el pensamiento y duerme el dolor".

Toda la música ya está en el silbato del SS. Es una potencia eficaz, provoca una actitud inmediata. Del mismo modo que el campanario del campo desencadena el sueño, y así la pesadilla onírica se interrumpe para dar paso a la pesadilla real. Siempre el sonido hace "ponerse de pie". La función secreta de la música es convocar. Es el canto del gallo que hace llorar a San Pedro.

¿Cómo escuchar música, cualquier música, sin obedecerla?
¿Cómo escuchar música desde afuera de la música?
¿Cómo escuchar música con los oídos cerrados?
Simon Laks, que dirigía la orquesta, tampoco se situaba en el "exterior" de la música so pretexto de que la dirigía.

Primo Levi prosigue: "Había que escucharla sin obedecer, sin padecerla, para comprender lo que ella representaba, por qué razones premeditadas los alemanes habían instaurado ese rito monstruoso, y por qué aún hoy, cuando una de esas inocentes cancioncillas nos viene a la memoria, sentimos que la sangre se nos hiela en las venas".

Primo Levi continúa diciendo que esas marchas y esas canciones se grabaron en los cuerpos: "Será lo último que olvidaremos del Lager pues son la voz del Lager." Es el instante en que el canturreo que vuelve adquiere la forma del malestar. El melos altera el ritmo corporal, se confunde con la molécula sonora personal, y entonces, escribe Primo Levi, la música aniquila. La música deviene "la expresión sensible" de la determinación con la que los hombres se proponen exterminar a los hombres.

Compartido por José Quezada

Traducción del gaélico por Sabbhat Avialcar

Mae fy dillad yn y dillad yr Haul a'r Lleuad
y pridd cyfoethog o dan fy nhraed gadael i fy cerdded
yn debyg i'r symudiad synhwyrus o tonnau môr,
...Rwyf yn y ddawns y gwynt drwy'r dail y coed
rage llosgi yn yr enaid y ddynoliaeth,
grym y chwerthin cyntaf plentyn
gwybodaeth sydd yn disgleirio yng ngolwg yr henoed,
Rwyf yn y pleser o rhyw, y dirgelwch y farwolaeth,
Yr wyf yn y rhyfelwr, y fam, y wrach, offeiriades,
Yr wyf yn garu, rwy'n gobeithio y
Cododd ar gyfer y goedwig marw o ganu gwaywffyn torri
y tarianau y angenfilod
Fi yw gwaed y duwiau.
 
Mis ropas son los mantos del Sol y la Luna,
la rica tierra bajo mis pies permite que mi caminar
sea como el movimiento sensual de las olas del océano,
soy la danza del viento entre las hojas de los árboles
la furia de ardor en el alma de la humanidad,
...el poder de la primera risa de un niño,
un conocimiento que brilla en los ojos de la anciana,
yo soy el placer del sexo, el misterio de la muerte,
soy el guerrero, la madre, el brujo, la sacerdotisa,
yo soy el amor, soy la esperanza

15.8.11

El hacedor/ Jorge Luis Borges

Poema de los dones




Nadie rebaje a lágrima o reproche
Esta declaración de la maestría
De Dios, que con magnífica ironía
Me dio a la vez los libros y la noche.
De esta ciudad de libros hizo dueños
A unos ojos sin luz, que sólo pueden
Leer en las bibliotecas de los sueños
Los insensatos párrafos que ceden
Las albas a su afán. En vano el día
Les prodiga sus libros infinitos,
Arduos como los arduos manuscritos
Que perecieron en Alejandría.
De hambre y de sed (narra una historia griega)
Muere un rey entre fuentes y jardines;
Yo fatigo sin rumbo los confines
De esa alta y honda biblioteca ciega.
Enciclopedias, atlas, el Oriente
Y el Occidente, siglos, dinastías,
Símbolos, cosmos y cosmogonías
Brindan los muros, pero inútilmente.
Lento en mi sombra, la penumbra hueca
Exploro en el báculo indeciso,
Yo, que me figuraba el Paraíso
Bajo la especie de una biblioteca.
Algo que ciertamente no se nombra
Con la palabra azar, rige estas cosas;
Otro ya recibió en otras borrosas
Tardes los muchos libros y la sombra.
Al errar por las lentas galerías
Suelo sentir con vago horror sagrado
Que soy el otro, el muerto, que habrá dado
Los mismos pasos en los mismos días.
¿Cuál de los dos escribe este poema
De un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si el indiviso y uno el anatema?
Groussac o Borges, miro este querido
Mundo que se deforma y que se apaga
En una pálida ceniza vaga
Que se parece al sueño y al olvido.




Servir

Me dormí y soñaba que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida no era sino servicio. Serví y vi que el servicio era la alegría

12.8.11

Los paisajes de la guerra/Raymundo Mier

El sentido de la guerra es indiferente a los muertos, los excede; el sentido de esas imágenes es ajeno al silencio que emerge en la contemplación de los cadáveres, del espacio súbito que se abre entre ellos y los vivos, de la serenidad inerte que se propaga a la geografía y a la mirada. La guerra no se agota en la acumulación de muerte o destrucción. Es mucho más abstracta. Busca construir un sentido de supremacía ahí donde la distancia entre dos hombres se ha vuelto amenazante. Los cuerpos mutilados carecen de sentido, las abrumadoras masas de cuerpos captados en el instante en que se lanzan al ataque permanecen incomprensibles en sí mismas, la espera espectral de los amaneceres de la resistencia, el ensombrecimiento de los momentos de reposo, deja adivinar sólo un significado mutilado: un sobresalto, un adjetivo, un valor, un espasmo. La imagen que se contempla es sólo un residuo, apenas recuperable.

Nada en las imágenes de guerra excede el sentido fragmentario. Pasolini había ya advertido que sólo la muerte de un hombre es capaz de ordenar, de delimitar, el sentido de las imágenes que dan testimonio de su vida. Sólo una vez concluída la vida podemos reconocer la relevancia y el sentido específico de la memoria de los actos. Morir no es la guerra: las imágenes de muerte son ajenas a ella. También lo son las de un asesinato. La visibilidad de la muerte no dice su sentido. La guerra transforma la fisonomía de los muertos. Les confiere sentido. Invierte, modifica, trastoca el sentido de los cuerpos inertes y mutilados, de los hombres moviéndose hacia la masacre, los rictus de miedo, la parafernalia mecánica, los afanes de purificación. El sentido de las imágene no emerge de las formas, de las luces, de los objetos fotografiados, sino de una narración que los engloba, la memoria y la invención narrativa de la guerra. Es el destino, el desenlace mítico de la guerra, el que confiere su entorno final a las imágenes.

El destino de la guerra ha sido esencialmente la invención de una supremacía. No obstante, en la mayor parte de las guerras modernas esa supremacía se confunde con el exterminio o la amenaza de exterminio. La guerra posterga el sentido de los actos, los somete al destino final del desafío.

(…)


La fotografía de la guerra expresa la mirada fija de un sobreviviente, una mirada como vestigio; el desdén de la guerra por el testimonio de la barbarie fotográfica del acto de guerra es una mirada desde los márgenes de la muerte. Privadas de su aureola heroica, las imágenes de la guerra no son más que la experiencia pura del horror; el horror de una mirada sin muerte, sin la muerte impregnada. La mirada fotográfica aparece como instrumento de un testimonio, distante, de la barbarie, un testimonio de nuestra capacidad para la contemplación sublime de la devastación. Pero esas imágenes hacen posible también el horror puro, tajante, irreductible, inadmisible.

 Cosecha de muertos, por Timothy H. O'Sullivan
Guerra civil norteamericana, 1863

Retrato hablado (fragmentos)/entrevista a Joel-Peter Witkin por David Lauer

Yo me identifico de manera muy profunda con la historia del bufón. Esa maravillosa historia gótica en la que él se halla frente al altar, la Virgen y el niño, y lo único que tiene para ofrendar es su acto de malabarismo. Todo ocurre en esa gran catedral donde los trabajos de embellecimiento han llevado más de 50 años. Un lugar muy solemne. Y la gente se le queda viendo al bufón, se están riendo de él. Pero de repente te das cuenta de que lo que está haciendo el bufón es la forma más elevada de devoción de la que es capaz. Y enntoces ocurre el milagro: ¡la Virgen y el Niño le sonríen al bufón!

Entonces no es tanto un acto gracioso sino un acto que representa lo mejor de sus capacidades. El punto culminante de esta historia, de esta fábula, supongo, es que tanto la Virgen de madera como el niño Jesús, también de madera, sonríen para luego seguir siendo lo que son, piedra o madera, en las variantes del cuento.

Yo creo que una persona no puede ser devota, a menos que sepa que está adorando el máximo bien de sí misma, el bien que sale de su propio crecimiento y que puede ser compartido con otras personas sin egoísmos. Hacer fotografía es una forma particular de esa veneración.


Cupid and centaur

Deberíamos volver a la inocencia de un niño pero con la madurez, con la dureza de una persona que ha atravesado el fuego. Y eso es algo difícil de lograr. No estoy diciendo que lo que y o hago sea una obra sagrada, no lo es. (...) Pero en la época en que estamos viviendo -y realmente siento que estamos en una suerte de tierra de nadie o de basurero de vidaas, de cultura y de propósitos, lo que estoy tratando de hacer es forjar un nuevo alfabeto, un alfabeto de imágenes, si es posible llamarlo así, basado en primer lugar en un proceso de aprendizaje de cómo veo y descubro las cosas.

Crazy raft

Todos, si nos percatamos o no, somos pilotos kamikaze desplomándonos en una especie de historia divina.


La Giovanissima

Cuando te pones a pensar, hay más muerte que vida. Pero no puedes evitar la muerte -ella es el gran igualador- sin importar lo que alguien haya hecho en su vida. Cuando te enfrentas a la muerte, ni el amor, ni el dinero, ni las pertenencias, ni las riquezas pueden cambiar ese hecho. Es el punto de partida. Yo anhelo la muerte porque vivo en un estado de maravilla. Aunque tengo también mis días aciaagos. Creo que una vez que perdemos ese sentido de la inocencia, perdemos esas guías. Yo nunca he renunciado a ellas. Creo que los santos niños y los artistas tienen sus guías, sus ángeles. Y yo soy lo suficientemente loco y lo suficientemente tonto denbtro del sentido de la maravilla, y  lo bastante responsable como para mantenerme abierto a esa ayuda que está más allá de nuestra capacidad de realización en este nivel de la vida.

Pero yo sé que después de esta experiencia -y tenemos que aprovecharla al máximo- la experiencia que sigue podría ser hermosísima. Creo que lo que sigue es la vida en el más allá, y toda mi obra se refiere al más allá.


Night in a small town


Un cadáver no es la coronación de la vida. Es algo destinado a la putrefacción, es sólo el vehículo de lo invisible, de la fuerza interior que se conecta a algo superior.

Creo que hay una diferencia entre el alma y el espíritu. Creo que el espíritu sigue vivo aún dentro de un muerto, pero el alma ya se ha ido. 

En última instancia está el hecho de que existimos solos, luchamos solos y vamos a morir solos. Vamos a tener esa especie de secreto interior. Y yo creo que, cuando eese secreto interior es lo suficientemente puro, intenso, maduro y fuerte, se llega en parte a reflejar en un inanimado o en un objeto, pues lleva de regreso la confirmación de un alma que tenía y sigue teniendo esa especie de vida en potencia que va más allá de la vida misma. Y creo que ese centelleo en bruto es por lo menos lo que a mí me mantiene en pie. Puedo hablar de mis necesidades, y mi necesidad tiene relación con la selección de lo que acaba congelado o inmovilizado en una fotografía. No pido disculpas por ella ni huyo de ella. Es la mejor confirmación de mi histori vital, que va hacia alguna manifestación de lo sublime. Y espero y confío, al hacer mi trabajo, en que sea lo mejor de lo que soy capaz. Tal vez parezca poco, pero creo que es más de lo que mucha gente se esfuerza por hacer. 

Harvest

Las puertas del paraíso (cuando pase por las puertas del paraíso) estarán hechas de cosas extrañas, cosas que casi no hemos contemplado o cosas de cuya existencia hemos dudado: el ruido de un gato en movimiento, los misteriosos sonidos de los pájaros y la más hermosa música hecha por el hombre, o los últimos gemidos que salen de la boca de un gran poeta o de un gran músico, justo antes de morir. Y estará siempre compuesta de la primera y última forma de luz, porque yo pienso que una vez que pasas por esa o ese estado, ya no necesitas ver nada.

Si has experimentado un estado alterado, no necesitas de la luz de la Tierra. No necesitas del sonido. No necesitas del lenguaje, vives de manera completamente alerta y participas de la espiritualidad, participas de las cosas que dan vida en vez de absorberla, violentarla o acapararla.

Revista Luna Córnea  No. 7 1995


El niño mudo/Federico García Lorca

  Virginia #42 por Sally Mann


El niño busca su voz.
(La tenía el rey de los grillos.)
En una gota de agua
buscaba su voz el niño.

No la quiero para hablar;
me haré con ella un anillo
que llevará mi silencio
en su dedo pequeñito.

En una gota de agua
buscaba su voz el niño.

(La voz cautiva, a lo lejos,
se ponía un traje de grillo.)

Revista Luna Córnea No. 9 1996

La cruzada de los niños/Marcel Schwob




Nota preliminar


En mayo del año oscuro de 1212, un adolescente llamado Esteban de Cloyes, se presentó en la corte del rey Felipe con una carta que, según afirmaba, le había sido entregada por Jesucristo en persona, junto con el encargo de predicar una cruzada. El rey, sin prestarle atención lo envió de regreso, pero el zagal, en vez de volver serenamente a su casa, cayó en un fervoroso delirio y anunció a los cuatro vientos que Dios le había ordenado organizar una cruzada de niños para recobrar de las manos infieles la ciudad santa de Jerusalén. 

En menos de un mes las prédicas de Esteban habían conseguido reunir a millares de niños; ante la mirada, unas veces atónita, otras burlona, de los adultos, cerca de 30 mil niños franceses, acompañados por algunos religiosos y de otros peregrinos, emprendieron con él una desastroza marcha a través de Provenza con rumbo a Marsella, desde donde esperaban que el Señor separara las aguas, tal y como lo había hecho con el pueblo judío en el mar Rojo, para que ellos cruzaran el mediterráneo y llegaran a Tierra Santa sin siquiera mojarse los pies. El pastor Esteban viajaba a bordo de un carrito con toldo y los demás a pie.

Al conocerse la noticia, en Alemania, se desencadenó un movimiento semejante, éste al mando de un muchacho llamado Nicolás quien, al igual que Esteban predicaba que el mar se abriría ante ellos.  En poco tiempo reunió un ejército de niños que marchaban gustosos a derrotar a los moros.

Sólo el Papa Inocencio trató de disuadirlos, cuando un pequeño grupo llegó a Roma, pero, para entonces, ya nada se podía hacer.

“De los que habían salido de Colonia –cuenta J. Lehmann en su obra Las cruzadas–, menos de la tercera parte llegó a la ciudad portuaria de Génova a finales de agosto. El hambre, la sed y la penalidades del paso por los Álpes habían causado un auténtico desastre, cientosde cadáveres de niños quedaron desperdigados entre las montañas. También la expedición francesa padeció hambre y sed. Muchos murieron de inanición a los bordes del camino; otros volvieron como pudieron y regresaron famélicos a sus casas. Los pocos que lograron alcanzar Marsella o Génova corrieron enseguida a las playas para vivir el gran milagro de que el mar se abriera delante de ellos. Grande fue la decepción al comprobar que no sucedía tal cosa.”
 
“Muchos pensaron que habían sido engañados por Esteban y emprendieron el regreso como pudieron, pero otros salían todos los días a la orilla del mar en espera de que se cumpliera el prodigio.”

“Algo parecido ocurrió a la cruzada alemana encabezada por Nicolás; tampoco en esta ocasión quiso hacer milagros el Señor. No se sabe con certeza, pero muchos murieron por el camino al igual que las otras expediciones. Algunos consiguieron llegar hasta Brindisi,otros, en especial las niñas, se quedaron en Italia por temor a las penalidades del regreso. Muy pocos fueron los que consiguieron volver a las regiones del Rin antes de la primavera siguiente. Los padres de los niños que habían perecido por el camino, después de haber creído en las promesas celestiales, clamaron venganza terrenal; el padre de Nicolás fue preso y ahorcado.”

“Aparentemente los niños franceses tuvieron más suerte en Marsella. Al cabo de varios días y como el mar insistía en no querer abrirse, dos mercaderes marselleses se declararon dispuestos a transportarlos sin cobrar, para mayor gloria de Dios. Esteban aceptó la oferta, y los dos mercaderes, Hugo el Hierro y Guillermo el Cerdo, fletaron siete barcos y zarparon.”
 
“Pasaron dieciocho años antes de que se volviese a tener noticia de lo que había sucedido a la cruzada infantil. En 1230, un sacerdote que regresaba a Francia procedente de oriente contó, cómo, cuando era un cura recién ordenado, acompañó a la expedición de Esteban; dos de los siete barcos se habían estrellado contra las rocas durante una tormenta, en la isla de San Pietro, al sudeste de Cerdeña, no hubo supervivientes, todos se ahogaron. En cuanto a los ocupantes de los otros cinco barcos, fueron llevados a Argel por los dos mercaderes y vendidos como esclavos.”
 
“Los que no encontraron comprador en Argel fueron conducidos a Alejandría, donde se cotizaban mejor los esclavos francos. La mayoría fueron comprados por el gobernador egipcio para que trabajasen en sus fincas, y un pequeño grupo fue ofrecido en el mercado de esclavos de Bagdad. En total, según el sacerdote, debían sobrevivir unos 700; algunos deellos quedaron libres en el año 1229, cuando el emperador Federico II firmó un tratado con el sultán Malik al-Kamil, pero muchos continuaron en la esclavitud hasta su muerte.”
 
Marcel Schwob, el exquisito escritor francés, basó en este hecho terrible y no exento de belleza, su obra La cruzada de los niños, misma en la que alcanzó uno de los puntos más altos de su depurada expresión.

En él, tras una ardua y obsesiva preparación, Schwob, fiel a su estética de la elección, se dedicó a imaginar y a seleccionar para nosotros los momentos claves que, una vez reunidos, nos entregarían lo esencial de esta historia.
 
En su libro “reduce –como bien ha visto José Emilio Pacheco– la tragedia a unos cuantos monólogos que se complementan, se aclaran y se oponen. A partir de su inmenso poder de sugerencia el lector hará todo su trabajo. Su imaginación revivirá desde dentro lo quesienten los niños que esperan llegar a Jerusalén para cumplir la hazaña que tantos guerreros han intentado”.
 
En estos relatos Schwob soñó para nosotros la angustia de un Papa, la inocencia de los niños, la fe de un clérigo, la desesperanzada esperanza de un leproso... con la intención de que nosotros lleváramos más allá ese sueño, acaso con la intención de que en nosotros ese sueño se cumpliera.
 
Marcel Schwob (1867-1905) desde muy joven entró en contacto con la literatura clásica bajo la guía de su tío Leon, quien no sólo lo introdujo al mundo de los grandes escritores griegos y latinos, sino también en el arte imposible de la traducción. Desde muy joven,Schwob, lee literatura medieval, filosofía, literatura alemana e inglesa, y tiene entre sus más grandes pasiones la vida y la obra de François Villon. Fue amigo de Oscar Wilde y de Robert Louis Stevenson, de André Guide y de Rémy de Gourmont. Muy joven publicó variospoemas, entre los que hay que destacar un Fausto y un Prometeo, dos libros de cuentos: Corazón doble y El rey de la máscara de oro, títulos que nos muestran ya a un autor del todo maduro a sus 25 años.
 
Posteriormente escribe tres de sus más bellos títulos: La cruzada de los niños, Vidas imaginarias y El libro de Monelle. Rémy de Gourmont al escribir sobre Schwob dijo que sus libros nos “obligan a reflexionar después de que han agradado por lo imprevisto de los tonos, de las palabras, de los rostros, de los ropajes, de las vidas, de las muertes, de las actitudes. Es un escritor de los más substanciales, de la raza diezmada de los que tienen siempre en los labios algunas palabras nuevas de buen olor”.


*


Circa idem tempus pueri sine rectore, sine duce, de universis omnium regionum villis et civitatibus versus transmarinas partes avidis gressibus cucurrerunt, et dum quaereretur ab ipsis quo currerent, responderunt: Versus Jherusalem, quarere terram sanctam... Adhuc quo devenerint ignoratur. Sed plurimi redierunt, a quibus dum quaereretur causa cursus, dixerunt se nescire. Nudae etiam mulieres circa idem tempus nihil loquentes per villas et civitates cucurrerunt...

Por aquel tiempo los niños, sin guía y sin jefe, corrían precipitadamente de las ciudades y pueblos de todas las regiones hacia el otro lado del mar, y cuando se les preguntó a dónde iban, respondieron: hacia Jerusalén, a buscar la Tierra Santa... Todavía se ignora lo que haya sido de ellos. Muchos volvieron y al preguntarles la causa de su viaje dijeron que no sabían. También por aquel entonces mujeres desnudas que nada decían, pasaron corriendo por las ciudades y por los pueblos...


Relato del leproso


Si deseáis comprender lo que quiero deciros, sabed que tengo la cabeza cubierta con un capuchónblanco y que agito una matraca de madera dura. Ya no sé cómo es mi rostro, pero tengo miedo de mismanos. Van ante mí como bestias escamosas y lívidas. Quisiera cortármelas. Tengo vergüenza de lo que tocan. Me parece que hacen desfallecer los frutos rojos que tomo; y creo que bajo ellas se marchitan las raíces que arranco. Domine ceterorum libera me! El Salvador no expió mi pálido pecado. Estoy olvidado hasta la resurrección. Como el sapo empotrado al frío de la luna en una piedra oscura, permaneceré encerrado en mi escoria odiosa cuando los otros se levanten con su cuerpo claro. Domine ceterorum, fac me liberum: leprosus sum. Soy solitario y tengo horror. Sólo mis dientes han conservado su blancura natural. Los animales se asustan, y mi alma quisiera huir. El día se aparta de mí. Hace mil doscientos doce años que su Salvador los salvó, y no ha tenido piedad de mí. No fui tocado con la sangrienta lanza que lo atravesó. Tal vez la sangre del Señor de los otros me habría curado. Sueño a menudo con la sangre; podría morder con mis dientes; son blancos. Puesto que Él no ha querido dármelo, tengo avidez de tomar lo que le pertenece. He aquí por qué aceché a los niños quedescendían del país de Vendome hacia esta selva del Loira. Tenían cruces y estaban sometidos a Él. Sus cuerpos eran Su cuerpo y Él no me ha hecho parte de su cuerpo. Me rodea en la tierra una condenación pálida. Aceché para chupar en el cuello de uno de Sus hijos, sangre inocente. Et caro nova fiet in die irae. El día del terror será nueva mi carne. Y tras de los otros caminaba un niño fresco de cabellos rojos. Lo vi; salté de improviso; le tomé la boca con mis manos espantosas.

Sólo estaba vestido con una camisa ruda; tenía desnudos los pies y sus ojos permanecieron plácidos. Me contempló sin asombro. Entonces, sabiendo que no gritaría, tuve el deseo de escuchar todavía una voz humana y quité mis manos de su boca, y él no se la enjugó. Y sus ojos estaban en otra parte.
 
–¿Quién eres? –le dije.
 
–Johannes el Teutón –respondió. Y sus palabras eran límpidas y saludables.
 
–¿A dónde vas? –repliqué.
 
Y él respondió:
 
–A Jerusalén, para conquistar la Tierra Santa.
 
Entonces me puse a reír, y le pregunté:
 
–¿A dónde está Jerusalén?
 
Y él respondió:
 
–No lo sé.
 
Y yo le dije todavía:
 
–¿Qué es Jerusalén?
 
Y él respondió:
 
Es Nuestro Señor.
 
Entonces, me puse de nuevo a reír, y le pregunté:
 
–¿Quién es tu Señor?
 
Y él me dijo:
 
–No lo sé; es blanco.
 
Y esta palabra me llenó de furor, y abrí la boca bajo mi capuchón, y me incliné hacia su cuello fresco,y no retrocedió, y yo le dije:

–¿Por qué no tienes miedo de mí?
 
Y él dijo:
 
–¿Por qué habría de tener miedo de ti, hombre blanco?
 
Entonces me inundaron grandes lágrimas, y me tendí en el suelo, y besé la tierra con mis labios terribles, y grité:
 
–¡Porque soy leproso!
 
Y el niño teutón me contempló, y dijo límpidamente:
 
–No lo sé.
 
¡No tuvo miedo de mí! ¡No tuvo miedo de mí! Mi monstruosa blancura es semejante para él a la del Señor. Y tomé un puñado de hierba y enjugué su boca y sus manos. Y le dije:
 
–Ve en paz hacia tu Señor blanco, y dile que me ha olvidado.
 
Y el niño me miró sin decir nada. Le acompañé fuera de lo negro de esta selva. Caminaba sin temblar.Vi desaparecer a lo lejos sus cabellos rojos en el sol. Domine infantiun, libera me! ¡Que el sonido de mi matraca de madera llegue hasta ti, como el puro sonido de las campanas! ¡Maestro de los que no saben, libértame!
 



Relato de los tres pequeñuelos

Nosotros tres, Nicolás que no sabe hablar, Alain y Dionisio, salimos a los caminos para llegar a Jerusalén. Hace largo tiempo que vagamos. Voces ignotas nos llamaron en la noche. Llamaban a todos los pequeñuelos. Eran como las voces de los pájaros muertos durante el invierno. Y al principio vimos muchos pobres  pájaros extendidos en la tierra helada, muchos pajaritos con el pecho rojo. Después vimos las primeras flores y las primeras hojas y tejimos cruces. Cantamos ante las aldeas, como acostumbrábamos hacerlo en el año nuevo. Y todos los niños corrieron hacia nosotros. Y avanzamos como un rebaño. Hubo hombres que nos maldijeron, no conociendo al Señor. Hubo mujeres que nos retuvieron por los brazos y nos interrogaban cubriendo de besos nuestros rostros. Y también hubo almas buenas, que nos trajeron leche y frutas en escudillas de madera. Y todo el mundo tuvo piedad de nosotros. Porque no saben a dónde vamos y no han escuchado las voces.


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Océano Mar/Alessandro Baricco




Y es algo impresionante, tendríais que imaginaros, débil, un gasto insignificante, de repente todo el mar sufre una descarga, todo el mar, hasta el último horizonte tiembla, se agita, se disuelve, circula por sus venas la miel de una bendición que hechiza cada ola, y todos los barcos del mundo, las borrascas, los abismos más profundos, las aguas más oscuras, los hombres y los animales, los que en él están muriendo, los que le tienen miedo, los que lo están mirando, hechizados, aterrorizados, con amor, felices, mareados, cuando de repente, por un instante, inclina la cabeza, el inmenso mar, y ya no hay enigma, no hay enemigo, ya no hay silencio, sino hermano, y marzo regio, y espectáculo para hombres salvados. La mano de un viejo. Una señal en el agua. Miras el mar y ya no da miedo. Fin.

Anagrama, 2007: Barcelona.

11.8.11

Joan Benavent







La vanidad radica en proyectar con desmesura el propio tamaño de la insignificancia

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La erudición y el conocimiento no están reñidos con la sencillez. El frecuente malentendido radica en los pocos que desde auténticos valores culturales saben sortearlo.


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Una lengua, compartida o no, se refuerza mediante contenidos. Su mera exaltación como código patriótico sólo genera aventajados parásitos en la política y la cultura.

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El orden que preside una sociedad de exclusión se edifica en madera balsa sobre un pozo ciego.


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La avaricia comporta el secreto y desmesurado temor de quedar reducido a la nada.


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La honestidad es al hombre lo que el sol de la mañana; la vileza su crepúsculo.


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Será el hombre un animal político, pero no sólo de política vive. Descuidar lo que la cultura, el amor y la amistad ofrecen en nombre de los ideales, sin cohesionar el espíritu, depara consecuencias que terminan afectando esos mismos ideales y el equilibrio emocional. Cualquier obsesión aunque esgrima valores, deviene una penosa fuga de la realidad.


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El pesimismo es la cesión anticipada de una derrota moral.


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Enriquecer el lenguaje no significa rebuscar términos en los sarcófagos de la lengua para impresionar al lector. Encontrar aquellos que comuniquen y se extiendan en el acervo popular significa potenciar contenidos y sustancias; vertidas lo más sencillamente posibe, para que se entiendan. Si a quienes escribimos nos place que lo hagan, empecemos por entender a quienes nos leerán.


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Las convicciones se defienden otorgándoles un contenido, y para que acrediten su solidez debe parirlas el esfuerzo. El margen de error que pueda caber en cualquiera de ellas es pasible de cambio, en tanto y cuánto se pormenorice el fallo. Quién admite trasgresiones en el procedimiento revela la liviandad de los principios, reforzando la arrogancia del otro , tras rendir el girón de sus banderas

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Mejorar el silencio significa dotarlo de gestos, conceptos y palabras que transmitan esperanza, sea cual fuere la cincunstancia.

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La ternura opera la magia de volvernos niños en un pispás. No hay máquina del tiempo que la iguale.

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Desde la existencia sólo podemos concebir la muerte como el espacio vacío que nos resta.

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La xenofobia antiislamista disfraza en el color de otra piel los más oscuros intereses.

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Pocos niños no temen la oscuridad de las sombras. En la adultez, otras nos persiguen sin que a veces atinemos a domeñar el viejo temor. Complejos, frustraciones, malos amores y precario equilibrio emocional ante los retos del destino, agigantan las sombras aquellas y el miedo de quedar a oscuras. Sólo el coraje que proyecta el amor por la vida enciende la balsámica luz, aclarando el horizonte.

3.8.11

La mirada de Medusa/Karla Vicencio

LOS ORÍGENES


Si nos remontamos a su origen africano, veremos que Medusa es uno de los muchos aspectos de la diosa Atenea de Libia. Sus imágenes la muestran como una mujer de largo pelo y rizos anchos como tubos, mismos que evidenciaban su origen africano y que, sin duda, fueron interpretados posteriormente como serpientes. Esta diosa libia tenía un aspecto oculto y peligroso: las inscripciones detallaban que nadie podía levantar su velo y que mirarla directamente al rostro le permitía sondear el porvenir del desafortunado curioso y revelarle su propia muerte.


Aunque a Medusa se le ha visto arquetípicamente como un ser furioso y desgradable, su origen la revela como una figura mucho más profunda y compleja. En su forma de “diosa triple” adopta múltiples significados: representa la sabiduríaa femenina, sus misterios y todas las fuerzas de la gran diosa primordial, como son los ciclos del tiempo –pasado, presente y futuro- y los ciclos de la naturaleza –vida, muerte y renacimiento. En ella encuentran forma la creatividad y la destrucción universales en eterna transformación. Es la guardiana de los umbrales y la mediatriz entre los reinos del Cielo, la Tierra y el Inframundo; es el ama de las bestias, la conexión con la tierra, la energía latente y activa; la madre que destruye a fin de crear balance, fertilidad y vida.


Las imágenes de Medusa en la antigua Europa surgieron varios miles de años antes de su reinvención en la mitología griega clásica. En el alto paleolítico, su poder es representado con laberintos, vaginas, úteros y otras formas femeninas. A través del neolítico, sus fuerzas fueron simbolizadas como una mujer en posturas y gestos santos de poderío, principalmente la posición conocida como menstrual/de nacimiento/erótica. Cas siempre se muestra acompañada por dos animales sumamente simbólicos: las aves y las serpientes enredadas en sus brazos, piernas o trenzados en su pelo, que susurran en su oído la sabiduría milenaria de la tierra.



La serpiente se consideraba entonces un puente de conexión con la tierra fértil y el inframundo. Era el tótem de los círculos de la naturaleza y las estaciones y se representaba con el Uroboros, serpiente que se muerde su propia cola. Esta relación con la eternidad y la inmortalidad se le adjudicó gracias a su costumbre de mudar de piel, característica que, al menos, imaginariamente, le confería el poder de vivir por siempre. Su figura se vincula estrechamente con la mujer debido a las propiedades inmortales adjudicadas a la sangre menstrual, que se consideraba fuente tanto de vida como de muerte. El folklore primitivo creía que la mirada de una mujer menstruante podía convertir a un hombre en piedra, alimentando el temor religioso que esto ocasionaba en los hombres y reforzado por el hecho de que la mujer podía sangrar sin dolor ni fallecimiento y en sincronía con los ciclos de las mareas lunares.


EL ESTIGMA


Alrededor del siglo VII a.C. , con la introducción del gobierno patriarcal en Grecia –cuya cosmovisión dictó que el mundo no nacía de una deidad femenina, sino de un supremo padre- se denigró a la mujer y se satanizó cualquier aspecto relacionado con ella. En la nueva filosofía, la tierra y el cielo quedaron divididos eternamente. En el mito, héroes y dioses son creados para dominar y subyugar a la mujer y las manifestaciones naturales, personificadas comúnmente como monstruos y serpientes gigantes. Fue así que se encasilló a la serpiente como representante de la perversión y el mal absolutos, como un animal asqueroso y abominable, inductor de la muerte y el pecado; no sólo se le adjudicó el papel de bestia infame, sino que, debido a su relación con la figura de Medusa, quedó conectada para siempre con la mujer.


Pronto, la imagen sagrada de Medusa, como símbolo de poder y sabiduría femeninos, se convirtió en algo totalmente inaceptable. Para el siglo VI a.C., sus ritos fueron interrumpidos, sus sacerdotisas violadas, sus santuarios invadidos y sus bosques sagrados extintos. Su sabiduría femenina, las fuerzas naturales y los poderes de la creatividad, la destrucción y la regeneración fueron prohibidos y declarados malvados.


LA MITOLOGÍA



En la mitología clásica, los griegos separaron las antiguas raíces de la diosa africana en dos aspectos: su lado luminoso o positivo, representado por Atenea, y su lado oscuro o negativo, representado por Medusa o Metis. Aunque antiguamente estos nombres se usaban alternadamente como sinónimos, al separar a Atenea de Metis y Medusa, estas últimas quedaron superpuestas, de manera que Metis se convirtió en su madre y Metis en su enemiga.


Se decía que Metis era la madre original, así como la más grande y sabia de las diosas. Tenía el poder de cambiar de forma y, de acuerdo con los atenienses, fue seducida y devorada por Zeus. Éste absorbió entonces su poder de mutar a voluntad y su inmensa sabiduría, misma que Metis usó para preñar la cabeza de Zeus al momento de su muerte. De aquí nació Atenea. Sin embargo, al saberse parida sin la aparente intervención de una madre, la nueva diosa le da la espalda a su linaje y se convierte en la fiel defensora de los intereses de su padre y servidora incondicional del ego masculino-solar. A las mujeres les ofrece un papel nuevo y sagrado, donde la única retribución posible se logra por medio de la virginidad, el matrimonio y la maternidad.


LA LEYENDA


Medusa se conoce como la más odiada rival de Atenea no sólo por su poder, sino por su incomparable belleza. La envidia que provoca en la hija de Zeus era tal que ella misma se encargó de convertirla en el monstruo mitológico que conocemos. De acuerdo con La Metamorfosis de Ovidio, cuando Medusa era virgen fue tomada por Poseidón en el templo de Atenea; ésta, misógina e inflexible, culpó a Medusa por su acto sacrílego y la castigó deformando su adorable rostro y transformando sus cabellos en serpientes. A pesar de la severidad del agravio, Medusa no se amedrentó y, a partir de entonces, usaría por siempre su poderosa mirada para convertir a sus enemigos en piedra.


Sin embargo, Atenea no quedó conforme: consciente del tremendo poder de Medusa, convoca  a Perseo y lo envía en busca de su cabeza. Para ello le obsequió unas sandalias mágicas, un casco y un morral que el dios Hermes hizo especialmente. Guiado por la diosa, Perseo sobrevuela el océano y, al llegar al  palacio de Medusa, encuentra a las Gorgonas, las hermanas mayores e inmortales de Medusa –Stheino y Euryale-, dormidas, así que, mientras _Atenea sostiene su escudo como espejo para evitar la mirada directa de Medusa, Perseo decapita a la criatura con su espada de media luna. Esto interrumpe el sueño de las Gorgonas, que de inmediato se lanzan tras el perpetrador para cobrar venganza. Sin embargo, Perseo logra escapar con éxito –y con la cabeza de su víctima- gracias a su casco, que lo volvía invisible. Visto desde esta perspectiva, el héroe pierde cierto brillo, pues es evidente que no hubiera sido capaz de cruzar el océano siquiera de no ser por los obsequios de los dioses y la constante ayuda de la soberbia Atenea.


Después de la decapitación, Perseo usó la cabeza de Medusa como arma letal en varias batallas, pues se dice que conservaba sus poderes aún después de separada del cuerpo. Pero, cuando la mayoría de los enemigos fueron sosegados, muertos o petrificados y no quedó mayor entretenimiento que dar vueltas en el Olimpo sobre Pegaso, su corcel alado –que, como dato curioso, nació de la sangre de Medusa-, la cabeza de la Gorgona se quedó en algún pasaje olvidado, entre el mito y la realidad, entre el ayer y el hoy, entre el brío de la amazona que fue originalmente y la ignominiosa máscara que se le obligó a portar. A fin de cuentas, fue en su forma de monstruo terrible y silueta reptante que se ganó un lugar en la historia, y es así que provoca esa mezcla de temor y fascinación en los ojos de quienes, a pesar de las advertencias, se atreven a mirarla fijamente.



 Revista Algarabía Número 22 Año VII